A pesar de que la intención de la multinacional no es abrir expedientes de regulación de empleo sino recurrir a las bajas voluntarias, es el Viejo Continente el área que se perfila como la principal afectada, aunque no se desglosan cifras al respecto.
Isla Ramos, máxima responsable de Lenovo en España, sí ha confirmado que los despidos no afectarán en ningún caso a los empleados transferidos al fabricante chino tras la adquisición de la división de PCs de IBM a finales de 2004.
A esta reducción de plantilla le acompaña un cambio organizativo en un ámbito como el europeo en el que los crecimientos de Francia, Alemania o Italia no parecen responder a los costes que derivan.
El objetivo de la reorganización es incrementar la rentabilidad y eficiencia, buscando mayor agilidad y flexibilidad en la toma de decisiones con gran inmediatez al eliminar buena parte de los procesos burocráticos anteriormente desplegados.
Así, se abandona el antiguo concepto de sede -ubicada en París-, para crear dos centros de soporte -Zurich y Madrid-. En el caso de Madrid, el centro será dirigido por Dominique Cerruti y albergará diferentes unidades de negocio (Francia, Norte de África, Italia, Benelux y España). La unidad de España, presidida por Amparo Moraleda se compone, a su vez y además de nuestro país, de Portugal, Grecia, Turquía e Israel, que pasan a ser responsabilidad de Moraleda.
Por su parte, Juan Pi, el que fuera presidente de IBM España y Portugal y actual responsable de Servicios Financieros para el Sur de Europa, se unirá al centro de soporte de Madrid como responsable de Sectores.