Cuando se fundó hace diez años, el Colegio Vallmont tenía claro que una de sus señas de identidad iban a ser las TIC. Por eso, desde su inicio, todas las aulas contaban con su equipo informático, después llegaron las PDI, los campus virtuales, los blogs de aula… Y aunque estos cambios les ayudaban en la tarea de educadores, se percataron de que mantenían el modelo tradicional, en el que el proceso de enseñanza-aprendizaje recaía exclusivamente en el docente y el alumno seguía en su papel de receptor pasivo de conocimientos.
En el curso 2011-2012 iniciaron un proceso de reflexión sobre el modelo educativo que deseaban tener. Un equipo de profesionales de todas las áreas del colegio (directivos, profesores de las distintas etapas, administración y servicios) investigó sobre las últimas novedades pedagógicas, y se reunió y visitó centros de todo el país. ¿El resultado? un nuevo plan estratégico al que bautizó con el nombre de i-Vallmont.
El nuevo camino
Este cambio ha afectado a toda la comunidad educativa y todo lo que supone, ya que se cuestionan los roles de sus miembros, la organización, los horarios, los espacios, las asignaturas, los departamentos… En definitiva, toda la vida del centro. Han decidido, en consecuencia, seguir un modelo que, en lugar de impedir la innovación y la creatividad, la impulse y facilite. Y, en este camino, han apostado por el asesoramiento integral de Seringe (Apple Solution Expert Education) como aliado tecnológico especializado en educación.
En el centro del plan están situados los alumnos, que se han convertido en los protagonistas del proceso de aprendizaje, mientras que los docentes son entrenadores que estimulan al alumnado. En cuanto a la metodología, apuesta por el aprendizaje por proyectos, el trabajo cooperativo y las inteligencias múltiples, aplicándolo a varias competencias claves: comunicación, resolución de problemas, habilidades digitales, interioridad, aprender a aprender, y valores.
Decidieron dar un paso más y cuestionar el currículo tradicional, trabajando los contenidos de manera transversal y de varias materias. Esto les llevará a un camino que afecta incluso al espacio físico del aula: ya no habrá un grupo que estudie una asignatura específica, sino un foro abierto en el que 60 o 65 alumnos trabajen bajo la supervisión de tres profesores.
En el curso 2013-2014 empezaron a implantar tabletas en 3º de Primaria (125 alumnos y 20 profesores); en el pasado curso, esta experiencia se amplió al resto de Primaria y a 1º de Secundaria (497 alumnos y 80 profesores). Cuentan así con una poderosa herramienta para crear y renovar metodologías, además de fomentar las diferentes inteligencias que propugna Gartner.
Compañeros de viaje
En esta andadura,Seringe, como Apple Solution Expert de Educación, se ha encargado del asesoramiento integral del proyecto i-Vallmont, lo que ha supuesto el suministro, la configuración, la formación, la implantación, el mantenimiento y el soporte. “Queremos convertirnos en el aliado tecnológico y financiero de los colegios, así como ayudarles en la puesta en marcha, desarrollo y mantenimiento de su proyecto educativo-digital”, afirma Carlos del Castillo, director de Seringe.