HP inventa un gigante

Tras la compra de Compaq por HP, que se cerrará definitivamente en la primera mitad de 2002, la nueva compañía se equiparará casi al tamaño por facturación de IBM.

Publicado el 12 Sep 2001

La noticia de la adquisición de Compaq Computer por parte de Hewlett-Packard ha conmocionado literalmente a la industria. Esta operación, que se cerrará definitivamente en la primera mitad de 2002 y ha estado valorada en 25.000 millones de dólares, ha dado lugar a un gigante de la informática con una facturación aproximada de 87.000 millones de dólares anuales -IBM factura cerca de 88.000 millones-, acciones en 160 países y unos 145.000 empleados.

Las compañías pretenden erigirse como el nuevo líder en los segmentos que cubre que son, en realidad, prácticamente todos. La nueva HP, de la que Carly Fiorina será la directora ejecutiva y CEO y Michael Capellas el presidente, se articulará en cuatro divisiones, a saber, la de Imagen e Impresión, valorada en 20.000 millones de dólares; Dispositivos de Acceso, con 29.000 millones de dólares; Infraestructura TI valorada en 23.000 millones de dólares; y Servicios con 15.000 millones de dólares. Paralelamente, Fiorina indicó que los ahorros derivados de las sinergias establecidas podrían ascender a 2.000 millones de dólares en el primer ejercicio completo, aunque Bob Wayman, CFO de HP, matizó que las pérdidas en cuanto a ingresos podrían rozar el cinco por ciento. La CEO de la nueva HP encuadró este movimiento dentro de su estrategia por ofrecer a sus clientes y partners mayor valor mientras que Capellas habló de la creación de un nuevo tipo de líder de la industria, cambiando las bases de la competencia.

Sin embargo, esta fusión también trae otro tipo de consecuencias, como es el despido de más de 14.000 trabajadores, que se sumarían a las reducciones emprendidas al principio del verano -6.000 y 5.000 despidos entre HP y Compaq, respectivamente- y quizás conforman buena parte de los ahorros a los que hacen referencia.

A pesar de la magnitud de la compañía que se crea, las incertidumbres se ciernen sobre todo el proceso, que todavía debe contar con la aprobación de las autoridades antimonopolio tanto americanas como europeas, si bien todo hace indicar que no existirá ningún contratiempo. Ya en la apertura de Bolsa siguiente al anuncio, el mercado reaccionó con gran escepticismo, hasta el punto de que HP sufrió la mayor caída del año con un 18,1 por ciento, acompañada de la caída de Compaq del 10,3 por ciento. A los inversores les cuesta convencerse de que dos compañías que atravesaban situaciones bastante comprometidas vayan a conseguir reducir costes al fusionarse, cuestión, por otro lado, harto complicada desde el punto de vista tanto interno como externo, esto es, de cara a los usuarios. La digestión de una compañía cuando adquiere a otro -máxime cuando se trata de las dimensiones de éstas- puede llevar varios meses, incluso años y eso lo sabe perfectamente Compaq que, de hecho, según muchos expertos nunca ha conseguido la perfecta integración de las extintas Tandem y Digital.

Al cierre de esta edición, desde las filiales españolas se guarda riguroso silencio en espera de que las matrices definan las líneas de actuación. Asimismo, el canal mayorista de ambas organizaciones mostró su tranquilidad ante el proceso de integración.
Carly Fiorina aseguró que el potencial de esta combinación es convincente, pero entendemos la magnitud del desafío y la necesidad de disciplina y rapidez. La CEO afirmó haber realizado un planteamiento de integración, clarificando las métricas que nos conducirán al éxito y no existir solapamiento de producto por disponer de tecnologías complementarias.

En una primera lectura podría decirse que las compañías que se sitúan en el punto de mira de la nueva HP son, en primer lugar y por tamaño IBM y, además, Sun, Dell y EMC.

IBM ha sido durante los últimos años el mayor rival de Compaq y HP, las cuales trataban en vano de imitar la potente división de Global Services del Gigante Azul, que consigue aportar el 40 por ciento de la facturación de la compañía. Conseguir una buena oferta de servicios es sinónimo de procurar una verdadera oferta global y en ese sentido se justificaría la operación. El 23 por ciento de los ingresos de Compaq procedían de esta división -reforzada tras la adquisición de Proxicom-, algo que ansiaba una HP tras la malograda operación del año pasado de compra de la unidad de consultoría de PricewaterhouseCoopers. No obstante, en esta área, las dos compañías juntas facturarían unos 15.000 millones de dólares (17 por ciento de los ingresos totales), muy lejos aún de los 36.000 millones de la misma moneda de IBM.

En definitiva, se crea otro gigante justo en un momento en el que la crisis económica ha tirado las cifras por los suelos, con caídas en los mercados de servidores y PCs y el peor año en la industria del procesador. Dell será un duro competidor, sino tan global como IBM, si en ciertos segmentos, dado que presenta con diferencia la mejor estructura de costes de la industria, lo que le llevó a iniciar la guerra de precios. En el contexto internacional del mercado de PCs, Compaq se alza, según Gartner Group, como la segunda empresa, por detrás de Dell y HP es tercera por encima de IBM. Pero por ejemplo para IBM, el mercado de PCs no es ni siquiera estratégico, puesto que los vende como parte de infraestructuras más grandes. En lo que a servidores se refiere, Gartner apunta que IBM cuenta con una participación de mercado del 23,8 por ciento, seguido de Sun Microsystems con un 18,7 por ciento. Ambas compañías serían superadas por la nueva HP que alcanzaría la cuota del 28,8 por ciento.

Además la situación de mercados como el de los PCs no tiene visos de mejorar, puesto que consultoras como Gartner consideran que el ciclo de vida de un PC podría ampliar de los actuales 3,44 años de media a los cuatro años en el 2005. Esto quiere decir que los equipos se comercializan cada vez con mayor número de prestaciones y menores precios, con lo que los márgenes para los competidores de Dell se reducen drásticamente. El problema de fabricantes como HP o Compaq es que cada vez es más complicado crear sus propios canales de venta directa y continúan sometidos al modelo implicado con todo lo que ello implica -situación que no sólo afecta a PCs, también equipos de impresión, por ejemplo-. Por otro lado, todo hace pensar que los distribuidores tienen más de un motivo para preocuparse porque los dos canales unidos terminan por canibalizarse y es muy probable que se eliminen algunos. Una de las pruebas de fuego de Fiorina será la tarea nada sencilla de racionalizar las operaciones que giran entorno a los PCs.

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Redacción Computing

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