¿Cómo ha ido evolucionando el año?
F. C.: Tuvimos un inicio un poco duro, pero ahora estamos cogiendo velocidad. Nuestro ejercicio en 2015 fue muy bueno y hay que volver a sacar partido de las oportunidades de los clientes. En el segundo semestre del pasado año, lanzamos la versión 10 y ahora hemos ido consolidándola, lanzando una nueva release cada trimestre, con mayor funcionalidad y mejorando aspectos de la plataforma anterior.
¿Qué aporta la nueva versión?
F. C.: MicroStrategy 10 representa la reconciliación entre usuarios de negocio e informática, dando flexibilidad a los empleados, sin renunciar a los aspectos de seguridad, rendimiento y de control que el departamento del CIO requiere. Los profesionales de informática están muy contentos con esta versión porque ven la posibilidad de ganar cuota de presencia en estas áreas y los usuarios de negocio ven que los planteamientos que arrancan con un enfoque departamental, a medida que crece la adopción, tienen la fuerza de desplegar la plataforma sin límite en cuanto a volumen de datos y a números de usuarios.
Da la sensación de que la herramienta ofrece bastante poder al usuario…
F. C.: Se ha reforzado facilidad de uso de tal manera que con una curva de aprendizaje muy baja se puede conocer bien esta herramienta; además, incluye nuevas características como la manipulación de datos. Los usuarios se nutren de información corporativa pero tienen que complementarla con información de elaboración propia. Por ejemplo, se pueden incorporar datos en el presupuesto del próximo año para hacer una simulación, a partir de datos históricos de ventas o presupuestos anteriores. Ahora damos la facilidad de incluir estos datos externos y cubrimos todo su ciclo desde la elaboración de datos, incorporación, manipulación y visualización. Todo ello lo puede hacer un empleado sin ayuda de informática.
Parece que no vende ahora la palabra Business Intelligence a favor de otras como Big Data o Analytics.
F. C.: Hemos reformulado nuestro mantra que ahora es ‘Intelligence everywhere’. Las modas suelen durar poco, pero las tendencias están ahí, como la movilidad en la que llevamos invirtiendo bastante tiempo y recursos. Molière decía: “Hago prosa sin saber que hago prosa”; nosotros hacíamos Big Data sin saber que era Big Data. El perfil de nuestro cliente era empresa grande, que implica diversidad, variedad de fuente, mucho volumen de datos, etc. Esto ha sido una característica nuestra desde el primer momento y lo hemos ido evolucionando, y añadiendo nuevas capacidades de Big Data a nuestro porfolio. Que lo llamemos inteligencia, BI o analytics no es relevante, lo importante es ser inteligente utilizando de una manera eficiente los datos y dando respuestas a los usuarios.
¿Cómo plantean la ‘famosa’ transformación digital?
F. C.: Los consejeros delegados empiezan a abrazar esta cultura dentro de sus atribuciones o bien incorporan a profesionales que vienen para llevar a cabo este proceso. Una característica importante es nuestra capacidad de conectar a sistemas muy diversos, con mayor variedad de fuentes. No es lo mismo un ERP de contabilidad o recursos humanos que tener como fuente un sensor en tu hogar que te informa en tiempo real del consumo de electricidad, con otro protocolo de intercambio de datos y velocidad de envío. La movilidad es otro aspecto que tenemos dentro de nuestro ADN. La idea es consumir cualquier tipo de información desde dispositivos móviles. En la digitalización, hay que decidir qué queda dentro de casa del cliente o que se externaliza y cómo se combinan estas dos realidades. Tenemos oferta para estos dos modelos y para estar en el cloud, a través de Amazon Web Services; así como personal dedicado en esta nube y servicios de valor añadido utilizando cloud.
¿Qué es más rentable, vender on premise o en la nube?
F. C.: La pregunta sería qué nivel de atención quieres dar a tus clientes. Con el uso del cloud se consigue mayor relación con el cliente. El proveedor adquiere más protagonismo y está más vinculado al proyecto y se facilita asegurar al usuario que está utilizando una versión reciente. La empresa también se quita unos frenos para que el despliegue sea más rápido. Es un reto para nosotros porque los niveles de servicio que tenemos que proveer son más estrictos.
¿Qué diferencias aprecia entre el mercado español y el británico?
F. C.: Los ingleses apuestan mucho por la tecnología y la consideran fundamental en el manejo eficiente de una compañía y, como tal, están dispuestos a transformar determinados modelos cuando el retorno de la inversión se ve. Esto impulsa proyectos de transformación y su posición de ‘early adopter’; no les asusta el cambio. Están muy avanzados en términos de cloud. Son más atrevidos a la hora de pasar del on premise al cloud.
¿El Brexit perjudicará a su negocio?
F. C.: La primera filial europea que se montó fue en España hace más de dos décadas y somos líderes. En Inglaterra llevamos menos tiempo y no estamos en todos los sitios que nos gustaría estar y nos queda bastante recorrido. Brexit o no Brexit, vemos mucho dinamismo en este mercado y no creemos que vaya a remitir esta situación. Por supuesto, puede haber un impacto, pero más sobre la divisa.
De cara al futuro, tienen alguna hoja de ruta?
F. C.: Trabajamos dos aspectos: por un lado, hacer la vida más fácil para los que desarrollan. Teníamos herramientas de nicho dedicadas a una problemática y trabajamos en consolidar una Workstation que permite tener la misma funcionalidad más integrada dentro de un mismo producto. El segundo objetivo es poder manejar la información a nivel de bloques de contenidos que llamamos dossiers con los que se encapsula información de distintas fuentes. Tenemos otra iniciativa Jump Start, para hacer más fácil el aprendizaje y ofrecemos un mes gratis de cursos a quien quiera aprender nuestra tecnología.