Connectis, compañía dedicada a la consultoría e integración, propiedad del Grupo alemán Aurelius, cuenta hoy con más de 2.600 profesionales, 500 clientes y 140 millones de facturación. Computing ha charlado con Graham T Johnson, su máximo responsable en España, para hablar sobre su posicionamiento actual en el mercado, así como los planes a futuro, y su visión de la situación actual del mercado de la consultoría en nuestro país.
La historia comenzó hace cuatro años, en tiempos de crisis, cuando el Grupo Aurelius decidió apostar por España, ya que “detectaron una oportunidad de negocio importante”. Por tanto, el primer paso para llegar aquí fue la compra de Thales en el año 2012. Pero para poder seguir creciendo en España “teníamos que tenerun volumen más grande, tanto orgánico como con adquisiciones”, y ahí fue cuando se produjo la compra de Steria en ese mismo año. Posteriormente, se adquirieron los servicios y venta directos de NEC en cuatro países, Telvent para aumentar la presencia también en América Latina, y más recientemente el negocio ‘Colt Managed Cloud’ de Colt para ampliar la oferta de Getronics. Además, la compañía está presente en Portugal, Chile, Argentina y Brasil con oficinas, y próximamente en Colombia. Desde aquí también se gestionan las operaciones en otros países como Arabia Saudí. La estrategia seguirá siendo la misma hasta ahora, buscando ese doble crecimiento orgánico e inorgánico, por lo que la carrera de compras continuará.
Connectis es hoy la décima empresa del sector en España, ya que “nos enfocamos sobre todo en servicios y no en producto”. Johnson explica que “ofrecemos consultoría e integración de proyectos, pero como comentaba anteriormente, no producto, y por tanto no nos podemos comparar con grandes proveedores como Informática El Corte Inglés, que sí tiene una oferta de soluciones. La estrategia pasará por venta de licencias de software, pero no tenemos intención de vender producto, y por producto me refiero a hardware”.
La compañía cuenta con cuatro grandes áreas de especialización. La primera de ellas es la de Administración Pública, “donde hemos llevado a cabo proyectos de consultoría, auditoría y diseño de esquemas, entornos y aplicaciones seguras, o habilitación de nuevos procesos y aplicaciones basados en movilidad avanzada, junto con el diseño, desarrollo, gestión y operación de flujos de trabajo, aplicaciones de gestión, y sistemas de Administración Electrónica”. Este sector actualmente representa entre el 25 y el 30% de la facturación. El sector financiero también es vital, e igualmente supone cerca de un 25% del negocio. En este caso “nos hemos enfocado sobre todo en proteger los activos y fidelizar a los clientes. Desarrollamos soluciones para las diferentes áreas de negocio financiero, sistemas orientados a la captación y fidelización de clientes en base a Experiencias de Usuario 2.0 y Banca Móvil, y hacemos evaluación de riesgos y soluciones de cifrado de información y transacciones financieras”. La tercera pieza de la oferta la componen los sectores de retail, energía y transporte, y fabricación y manufacturing, en industria 4.0, “donde nos enfocamos sobre todo en incrementar la competitividad y la eficiencia, y perseguimos ser una empresa de referencia en tecnología industrial, un aspecto que nos diferencia frente a la competencia”. El último sector relevante es el sanitario, y “es en el que más destacamos frente a otros proveedores”. En este momento solo supone entre el 10 y el 15% del negocio, pero irá teniendo cada vez más importancia. “Hemos desarrollado proyectos que facilitan la gestión y el apoyo a la atención de personas, así como soluciones para las diferentes áreas socio-sanitarias, desde atención primaria a hospitalaria”, confirma el máximo responsable de la compañía.
Crecimiento
Crecer no es nada fácil para una compañía dedicada a los servicios y la consultoría. “Hay oportunidades aquí en España y crecimiento. Pero el precio no está subiendo: de hecho las tarifas siguen bajando, y los márgenes son muy reducidos. El sector público sigue pidiendo en sus pliegos unas condiciones difíciles de asumir. El problema es que ya no hay más para bajar, pero no se ve el freno”, denuncia Graham T Johnson. Y es que, efectivamente, uno de los mayores inconvenientes detectados es el coste de perder un contrato, que “es demasiado alto, debido a las indemnizaciones del personal”. Toda esta situación al final desemboca en peores condiciones laborales, peor calidad del servicio y menor motivación. Sin embargo, Connectis sigue mirando al frente. “Nuestra experiencia en Latinoamérica sigue siendo muy buena y positiva. Hemos detectado que ellos cooperan mucho entre sí, y nos interesa abrirnos más mercado”, comenta. De ahí la necesidad de abrir nuevas oficinas para nunca frenar el crecimiento.