Recientemente se celebró en Barcelona el congreso eLearning España 2001 que, con el objetivo de impulsar esta emergente modalidad formativa, reunió a empresas tecnológicas, de gestión de contenidos y proveedores de servicios, además de compañías con una oferta de e-learning integral, junto a empresas usuarios de diversos sectores que ya están aprovechando las ventajas de la Red para llevar a cabo sus procesos formativos.
Aunque este sistema de formación aún es incipiente en España, donde se prevé que este año mueva un negocio de 24 millones de euros (4.000 millones de pesetas), más de 200 empresas ya están operando en este ámbito, si bien sólo una veintena de éstas alcanzará una facturación considerable, y las previsiones apuntan a que el mercado español de e-learning crecerá hasta los 54 millones de euros (9.000 millones de pesetas) en 2002, cifra que se estima aumentará hasta los 120 millones de euros (20.000 millones de pesetas) en 2003 y que revela la enorme distancia que, en cuanto al e-learning, España mantiene respecto a Estados Unidos, un país donde el pasado año el e-learning movió 4.100 millones de dólares.
Creemos que este es el mejor momento para el congreso, ya que no existen problemas tecnológicos y el ancho de banda es suficiente para permitir la interactividad, afirmó el director de e-Learning España 2001, Rafael Casariego, quien señaló que las universidad tienen un papel muy importante a la hora introducir la enseñanza virtual en las empresas gracias a los acuerdos de colaboración.
El evento, que reunió en el Palacio de Congresos de Cataluña a unos 70 ponentes procedentes de Europa y de Estados Unidos, así como a alrededor de 50 empresas expositoras, contó con la participación de directores de recursos humanos y de márketing de empresas de diferentes sectores, como el de la banca, que es el que más involucrado se encuentra con el desarrollado la formación virtual, las telecomunicaciones y la energía, entre otros. Y entre los muchos casos prácticos que fueron objeto de estudio en el congreso destacaron el de Santander Central Hispano, Endesa, la Generalitat Valenciana y la Universitat Oberta de Catalunya.
Aunque, como se puso de relieve en el encuentro, a día de hoy en España, sólo un cinco por cinco de las empresas de mediano y pequeño tamaño está empleando la formación en línea, lo que sitúa a nuestro país por debajo de la media europea, se espera que a medio plazo el 70 por ciento de ellas utilice esta posibilidad. El ahorro de costes procedente de la utilización del e-learning que, como apuntó el responsable del salón, oscila entre el 50 y el 60 por ciento respecto a la formación tradicional, es una de las principales ventajas del e-learning que hoy es posible simplemente disponiendo de un PC con conexión a Internet, según Casariego.
La consolidación de la formación en línea en España requiere, según los organizadores del congreso, de un cambio de la cultura y las costumbres, así como de la sensibilización por parte de los distintos agentes que forman parten del mundo de la formación sobre el verdadero potencial de la enseñanza por Internet.
