El mundial de Fórmula 1 acaba de iniciarse hace pocas semanas y se ha convertido en un escenario más en el que la informática cumple un papel esencial.
La prestigiosa escudería Ferrari es una de tantas usuarias de estos avances tecnológicos, habiendo evolucionado desde sus tradicionales inicios -en la primavera de 1947- hasta contar hoy con un avanzado departamento de sistemas de información, algo que al principio estaba restringido a las escuderías de élite.
Durante el desarrollo de las carreras, el departamento de TI de Ferrari realiza análisis telemétricos y pronósticos de rendimiento en tiempo real. Además, fuera de las carreras, las simulaciones están a la orden del día.
En concreto, ha optado por las capacidades que le proporcionan los procesadores AMD -viene haciéndolo desde 2002-, tanto para equipos de sobremesa como portátiles, con los chips AMD Athlon 64, Opteron y Athlon 64 FX.
Entre otras funcionalidades, AMD facilita la transferencia de los análisis telemétricos, vía wireless, a los equipos de los ingenieros, ahorrando un tiempo precioso. Adicionalmente, los ordenadores se han convertido en un arma crítica para predecir y prevenir accidentes, mejorando la seguridad en la conducción.
Otros claros ejemplos de la sinergia entre informática y Fórmula 1 son los protagonizados por EMC y el equipo Toyota o HP y Williams F1. En el primero de los casos, el fabricante ha instalado su tecnología con equipos Clariion para la escudería y Symmetrix para la central.
Por su parte, Williams F1 confió en un superordenador Intel en cluster de HP ejecutando plataforma Linux para mejorar su modelaje aerodinámico de alta resolución. Así, implementó varios cientos de servidores HP ProLiant en su sede central, reduciendo el tiempo para ejecutar un análisis completo de determinados modelos de chasis diseñados. Entre sus planes pasan el aprovechamiento de la escalabilidad del cluster Linux para incrementar la precisión sin sacrificar tiempo.
