España está demostrando que tiene capacidad de ajuste de su economía y que es competitiva, creando el entorno adecuado para que la inversión extranjera siga confiando en las perspectivas económicas del país. Esta es una de las principales conclusiones extraídas de la tercera edición del informe, “España: Un país de oportunidades”, realizado por el Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC).
Este estudio, elaborado por expertos y analistas de las empresas que forman parte del CEC, sitúa en el último trimestre de este año 2013 la recuperación del crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB), y calcula que la mejora de la actividad tendrá efectos positivos en el empleo en 2014, gracias también a un impacto favorable de la reforma laboral. Y es que España ya está mostrando ventajas significativas en aspectos claves de competitividad e innovación como el porcentaje de población cualificada, es decir con educación superior (32%), siendo uno de los más elevados de Europa y se sitúa por delante de Alemania o Francia, entre otros. Además, el 38% de los profesionales activos en el país tienen una cualificación elevada, ocho puntos porcentuales por delante de la media europea, lo que consolida a la economía española como intensiva en conocimiento.
Otros parámetros positivos son:
• Casi tres cuartas partes de la facturación generada en España procede de empresas innovadoras
• España ofrece las infraestructuras y redes de telecomunicación más avanzadas
• Proporciona niveles de excelencia en producción científica
• Se encuentra en una posición geoestratégica clave para acceder a mercados de gran potencial como los de América Latina
• Muestra unas tasas crecientes de productividad, que aumentarán el doble que la Zona Euro en los próximos dos años y que se prevé superen a las del mercado alemán en 2014
Por otro lado, el estudio analiza la agenda de reformas puesta en marcha y subraya que España ha sido capaz de acometer con éxito varios ajustes en su economía, gracias a los que ha salido reforzada. Entre otros aspectos, es destacable el espectacular comportamiento de la balanza comercial –que muestra ya superávit en la segunda mitad del 2012– y la significativa evolución de las exportaciones, que se sitúan un 26% por encima de su valor anterior a la crisis. Estas últimas están caracterizadas, además, porque se han diversificado más hacia economías con mayores oportunidades de crecimiento, con un aumento del 15% en el caso de América Latina, 31% de África o 12% de Asia.
Finalmente, España alcanza un elevado dinamismo y liderazgo europeo en actividades vinculadas a sectores como la automoción, biotecnología, TIC, agroalimentario, aeroespacial y máquina-herramienta. Estos ámbitos de la actividad económica suponen una facturación hoy del 35% del PIB nacional y el 42% de las exportaciones, al tiempo que generan dos millones de empleos, y están desempeñando ya un papel impulsor fundamental para afianzar la recuperación económica en el país.