Hace ya muchos años que Fujitsu Siemens Computers definió la información como un bien irrenunciable tan valioso como el agua o la electricidad y de carácter estratégico para el individuo, la empresa y los gobiernos.
Echando la vista atrás, hablamos y trabajamos desde hace bastantes años en pro de la Sociedad de la Información y podemos convenir en que el concepto “Sociedad de la Información” está ya extendido a múltiples ámbitos de nuestro alrededor, ha sido adoptado por muchos sectores económicos, forma parte de las iniciativas políticas e interesa y afecta a la mayor parte de los ciudadanos.
Cuando se plantea qué papel juegan los suministradores de tecnologías ante la Sociedad de la Información, quizás convenga recordar alguna de las definiciones existentes al respecto.
Una buena definición podría ser que “Sociedad de la Información es un estadio de desarrollo social caracterizado por la capacidad de sus miembros (ciudadanos, empresas y Administraciones Públicas) para obtener y compartir cualquier información, instantáneamente, desde cualquier lugar y en la forma que se prefiera”.
La propia definición nos proporciona las dos primeras respuestas a la pregunta: Los suministradores tecnológicos deben impulsar con sus propuestas, inversiones, soluciones, productos y servicios, la difusión de la información entre todos los miembros de la sociedad.
Los suministradores de tecnologías deben asegurarse de que este impulso sea eficaz, garantizando la disponibilidad instantánea de la información con total independencia de la ubicación y del medio de acceso elegido en cada momento por el usuario.
En FSC asumimos ambos retos e identificamos dos áreas de trabajo fundamentales: ser uno de los motores de la difusión de la información y responder de forma diferenciada a cada miembro de la sociedad. Nadie puede negar que se está trabajando intensamente a favor del primer objetivo. Nuestro sector está a la cabeza en dinamismo, innovación y permanentemente lanzamos productos y servicios que facilitan el acceso a la información de acuerdo con las características mencionadas de disponibilidad instantánea e independencia de ubicación y medio de acceso.
Respecto al segundo objetivo, impulsar con eficacia, los suministradores tecnológicos deben colaborar con gobiernos y empresas para conseguirlo. Aunque ciudadanos, empresas y gobiernos comparten algunas necesidades y manifiestan requerimientos similares, cada uno tiene objetivos adicionales y diferentes que nosotros debemos ayudar a conseguir.
Pero aún más importante que facilitar que cada miembro de la sociedad consiga sus objetivos, es hacerlo de tal forma que ciudadanos, empresas y gobiernos los consigan de forma coordinada. De nada serviría la implantación de Datacenters Dinámicos para la prestación de servicios de máxima calidad al ciudadano si no promovemos a la vez el uso intensivo de la Red para disfrutarlos.
Disponemos hoy de estudios que, de forma comparativa, nos indican la posición de España dentro del panorama internacional en cuanto al grado de desarrollo de nuestra Sociedad de la Información. De ellos se pueden extraer las áreas de actuación más importantes e inmediatas y sobre las que nuestro sector y el resto de agentes sociales debemos trabajar para conseguir el impulso eficaz del que somos responsables.
Sintéticamente, algunas de estas áreas de actuación son las siguientes:
Empresas:
– Promover el uso de Internet en las empresas de menos de 50 empleados.
– Desarrollar el uso empresarial de las TIC para nuevas funciones tales como formación de los trabajadores, gestión de trámites administrativos, comunicación con clientes y proveedores.
– Formar al empresariado para que sea capaz de ver las oportunidades y beneficios que se derivan del uso de Internet en los negocios.
– Facilitar la implantación de WEBs corporativas e impulsar el comercio electrónico.
– Continuar avanzando en el uso de aplicaciones tipo ERP, CRM y SCM, así como de su uso desde dispositivos móviles.
Gobiernos:
– Desarrollo de políticas que favorezcan la adopción de las TIC entre empresas y ciudadanos.
– Evolucionar hacia la administración electrónica de forma completa y bidireccional con respecto a ciudadanos y empresas.
No debemos permitirnos ser un país que no contribuya positivamente al “Objetivo de Lisboa” que estableció la Unión Europea y que pretende, como todos sabemos, que la UE se convierta en la economía más dinámica y competitiva del mundo en el año 2010.
Este ambicioso objetivo, del que también los suministradores de tecnologías debemos sentirnos responsables, trae consigo importantes beneficios para nuestra sociedad en áreas tan importantes para nuestra sociedad como la mejora de la calidad de vida (sanidad, seguridad profesional, desarrollo sostenible), la mejora en el nivel de educación de nuestros hijos y colaboradores, la mayor difusión de la cultura.
