Ante la entrada en vigor de la obligatoriedad de facturar electrónicamente a la Administración a partir del próximo 15 de enero, Esker está ofreciendo información y ayuda a todas aquellas empresas que, a menos de un mes de la fecha estipulada, aún no saben cómo remitir facturas electrónicas a sus clientes del sector público.
De acuerdo con la Ley de Impulso de la Factura Electrónica, publicada en diciembre de 2013, todos los proveedores de la Administración –central, autonómica y local – tendrán, a partir del 15 de enero de 2015, la obligación de facturar electrónicamente por sus servicios. Ello supone, tanto para las empresas como para los organismos, la necesidad de adecuar sus sistemas y procesos a fin de poder emitir y recibir e-facturas en el formato Facturae 3.2, que es el que ha establecido el Gobierno como obligatorio en todas las administraciones del Estado.
Para las empresas, algunas consideraciones a tener en cuenta ante el nuevo escenario legal son:
Dado que el formato Facturae sí va a ser obligatorio para todos en la emisión de facturas del sector público, considerar una prioridad la adaptación a este formato. La conexión con FACe o cualquier otro portal de entrada será el paso inmediatamente posterior.
Ante la incertidumbre en torno a si todas las administraciones van a estar listas el 15 de enero, la recomendación es adelantarse y estar preparados para cualquier formato de factura. El salto a la factura electrónica va más allá de una tarea obligatoria que deben realizar ahora. En realidad se trata de un primer paso, ya que en 2017 se habrá normalizado esta práctica también entre empresas. La tendencia es que el mundo irá hacia la factura electrónica por cuestiones de control financiero y ahorro.
En todo caso, confiar la complejidad a un proveedor de tecnología que reúna todos los elementos necesarios para gestionar los formatos existentes y por haber.
