La transferencia que se produce después de que la división de terminales móviles del suministrador nórdico contabilizase unas pérdidas superiores a 1.700 millones de dólares en el ejercicio 2000. A través de esta actuación, la firma sueca, cuya marca se mantendrá en los terminales celulares fabricados por Flextronics en algún lugar del este asiático (donde los costes de producción resultan ostensiblemente más bajos que en Europa), pretende mejorar las economías de escala y flexibilizar los volúmenes producidos de la empresa.
Fuentes de la propia Ericsson han asegurado que, a raíz de esta operación, 4.200 empleados de la firma pasarán a formar parte de la plantilla de Flextronics y que 600 empleados suecos, pertenecientes a las fábricas de Linköping (la principal planta de fabricación de móviles en el país escandinavo con más de 3.000 empleados) y Lund, serán despedidos con el fin de acabar con duplicidades. Pero los cambios también afectarán a otras plantas en Reino Unido (Carlton y Scunthorpe, en donde se producirán alrededor de 100 bajas), Virginia (Lynchburg, aunque sólo una parte), Brasil o Malasia. Sin embargo, la remodelación no tendrá efectos en los asociados en China de la firma nórdica. Tampoco la filial española acusará, según fuentes de la compañía, los efectos de este reajuste.
Con una cuota en el mercado de la telefonía móvil del 10 por ciento, Ericsson es la mayor empresa sueca por empleados (100.000 personas) y capitalización bursátil (15,3 billones de pesetas). De cara al presente año, la corporación prevé un crecimiento en cuanto a ventas de entre el 15 y 20 por ciento.
Además de este acuerdo, Ericsson ha formalizado otro con GVC, un fabricante de electrónica localizado en Taiwan que complementa su sociedad con Arima. Esta cooperación incluye el outsourcing del desarrollo y producción de productos.
Finalmente indicar que el pasado año Flextronics firmó con Motorola un acuerdo que, valorado en 30.000 millones de dólares (5,4 billones de pesetas), se dirigió a fabricar equipamiento inalámbrico y de networking. Por otro lado, Cabletron vendía a Flextronics por 100 millones de dólares (alrededor de 18.000 millones de pesetas su planta de fabricación y reparación.