Ericsson España pondrá en marcha una política de reajuste de empleo, según la cual aproximadamente unos 300 trabajadores se verán afectados por ello. Esta cantidad forma parte de los planes de adaptación que la compañía está llevando a cabo a escala mundial, a fin de adecuarse a la situación del mercado de las telecomunicaciones.
Del mismo modo, las divisiones de operaciones, comunicaciones de empresa y soporte informático, cuya plantilla está formada por 550 trabajadores, serán transferidas a otras compañías como parte del proceso de transformación que tuvo comienzo con el área de producción.
La actual coyuntura de los negocios en el sector de las telecomunicaciones obliga a Ericsson a adecuar su tamaño al del mercado. Además, debemos continuar el proceso de desverticalización que sigue nuestra industria y que implica la concentración de nuestras empresas en una serie de actividades, consideradas estratégicas, ha comentado Ingemar Naeve, consejero delegado de la Ericsson España, quien también ha aclarado que los cambios se llevarán a cabo de forma consensuada con el Comité de Empresa.