EMC recoge los frutos de la era Tucci

La compañía, que ha regresado a los buenos resultados, anuncia una reorientación de su oferta como uno de los pilares de su estrategia.

Publicado el 28 May 2003

Los dos últimos años han supuesto para EMC un definitivo golpe de timón. Así lo ha dejado patente su presidente y CEO, Joe Tucci, el cual se erige como el brazo ejecutor del giro copernicano experimentado por la estrategia de la compañía. Este cambio de rumbo le ha llevado no sólo a la senda de los buenos resultados económicos sino, además, a ampliar su radio de acción más allá de la gran cuenta. Paralelamente, la reorientación de la oferta de la firma se presenta como otro de los pilares esenciales de la nueva EMC. De este modo, el propio Tucci señaló que si bien en la actualidad el hardware -su actividad natural desde los inicios- representa cerca del 70 por ciento del negocio, para 2004 las proporciones esperadas se sitúan en un 50 por ciento para el hardware, un 30 por ciento para el software y un 20 para los servicios. Esta mayor esfuerzo en materia de software es el que le lleva a invertir cerca del 70 por ciento de su I+D en este área; de hecho y en los dos últimos años, mientras otras firmas recortaban este presupuesto, EMC destinaba unos 2.000 millones de dólares. Además, la compañía continuará su estrategia de adquisiciones de empresas de software «con al menos dos más», según el CEO, que no precisó más al respecto salvo que serían líderes en su nicho.
David Goulden, vicepresidente ejecutivo de marketing y desarrollo de negocio, y David Donatelli, vicepresidente europeo de plataformas, se encargaron de analizar cómo la estrategia de producto ha sido crucial en la transformación, no sólo ampliando el catálogo sino, además, aportándole más coherencia y solidez con una mayor homogeneidad. De hecho, Donatelli apuntó que las diferentes gamas «cuentan con los mismos componentes, funcionalidad, conectividad y gestión», lo que simplifica la interoperabilidad y las labores de migración.
En este punto, Goulden remarcó la importancia de la arquitectura DMX, presentada en febrero, con la que se incrementa notablemente el rendimiento, sin perder de vista otras innovaciones como la incorporación de Centera y su concepto CAS, el soporte de discos ATA en la gama Clariion o los planes de un próximo DMX 3000 para el que Donatelli no precisó fecha.
Paralelamente, Tucci también recalcó la importancia de la nueva estrategia de canal así como de alianzas tan beneficiosas como las mantenidas con Dell, Microsoft y Cisco.

Prácticamente coincidiendo en el tiempo, el giro estratégico de la matriz ha coincidido con el producido en España de la mano de José Luis Solla. Desde su llegada, uno de los primeros objetivos fue la reestructuración del sistema de ventas, eliminando el concepto directo y «convirtiendo a la fuerza comercial de EMC en líderes de canal, trabajando de manera estrecha con los partners en la generación del efecto EMC». Este efecto consiste en ir más allá de la venta de producto, ayudando a los clientes a «identificar sus problemas de infraestructuras y de negocio, proponiéndoles soluciones al respecto para recortar costes, eliminar riesgos y obtener mayores niveles de servicio». Esta es, además, «la única manera de llegar a los nuevos segmentos del mercado al que nos hemos abierto», concluye Solla, que prevé un 2003 para EMC España muy satisfactorio con mayor cuota de mercado.

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Redacción Computing

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