Unificar la gestión de los impuestos que los contribuyentes del Principado de Asturias hacen efectivos en su comunidad autónoma ha sido el objetivo que se ha planteado el Ejecutivo asturiano a la hora de afrontar la modernización de su sistema de Administración Tributaria, coincidiendo con la implantación del euro. En total esta región española gestiona alrededor de 60.000 millones de pesetas, generados por 1,5 millones de ciudadanos asturianos. Desde el punto de vista de Jaime Rabanal, consejero de Hacienda del Principado, esta reforma situará al Principado a la vanguardia de las administraciones tributarias de Europa, dado que utilizará la tecnología más avanzada con el fin de facilitar la relación directa de los ciudadanos con la Administración.
Se trata de un plan, que se extenderá hasta el primer semestre de 2003, dirigido a terminar con la descentralización que, en la actualidad, impera en los distintos organismos que prestan servicio al contribuyente y a mejorar las condiciones de trabajo de los alrededor de 250 profesionales que desarrollan su actividad en las distintas administraciones (local, comunitaria…) de la región y, por supuesto, la calidad del servicio ofrecido a los ciudadanos. Pero la transformación no se circunscribe al aspecto informático sino que se extiende a la globalidad de la organización de la función tributaria. Un cambio al que se destinará un montante de 2.100 millones de pesetas.
Desde la perspectiva tecnológica, y según fuentes del Principado, se busca la integración de aplicaciones y bases de datos en un entorno con capacidad de crecimiento y para cumplir los requisitos que exige la inminente entrada en circulación del euro como moneda única europea. Se persigue optimizar el modelo de gestión a través de la implementación de unos sistemas informáticos preparados para planificar y controlar el pago de tributos, además de eliminar la dependencia jurídica y procedimental de la Sociedad Regional de Recaudación respecto de la Dirección General de Hacienda.
La renovación tecnológica, que conlleva también la multiplicación de los canales de atención al contribuyente (oficinas, Internet, call centres…), está basada en el modelo Internet, con servidores distribuidos, conexiones de almacenamiento por fibra óptica y comunicaciones optimizadas a nivel de aplicación.
Accenture, que se adjudicó la realización del proyecto en noviembre de 2000, está liderando el cambio en todas sus fases gestión, planificación, desarrollo y operaciones, y lo mantenga, con la puesta en práctica de su metodología Business Integration Methodology (BIM) y siguiendo un marco de referencia que, independientemente de fabricantes y plataformas, servirá para diseñar, construir e implantar las distintas arquitecturas (hardware, software y comunicaciones).
La arquitectura tecnológica ha sido suministrada por proveedores como Compaq, BEA Systems, Veritas, Oracle, Microsoft, Intel, Panda Software…
La plataforma servidora central de la nueva gestión tributaria del Principado de Asturias dispone de un hardware en cluster formado por 4 CPUs Alpha a 731 Mhz, 3 GB RAM; una red de almacenamiento SAN 40 discos x 18, 2 GB Ultra 3, RAID 0+1, 2 controladoras (caché 256 MB), robot de backup de 2 unidades y 10 cartuchos conmutadores de fibra óptica, además de elementos redundantes y con capacidad de ampliación. En el apartado de software dispone de Unix Tru64 v 5.1; TruCluster (alta disponibilidad); Oracle 8i Enterprise Edition; BEA Tuxedo (monitor transaccional) y Veritas Netbackup (copia de seguridad).
La plataforma cliente, por su parte, se basa en PCs Compaq con Intel Pentium III a 866 MHz y sistema operativo Windows 2000 y el desarrollo de páginas web se realiza sobre XML, XSL, CSS, Java y JavaScript. En materia de comunicaciones, los usuarios establecen sus enlaces a través de líneas de 64 kbps y las conexiones cliente-servidor se efectúan mediante http/https y sobre UDP/TCP entre el servidor web y el servidor de aplicaciones. También han actuado los responsables del Principado en el ámbito de la seguridad, habilitando controles de acceso (identificación y contraseña); firewalls; supervisión del tipo de tráfico a través del router (sniffer) o firma electrónica.