El m-commerce aún causa desconfianza

Entre las causas que impiden el desarrollo del m-commerce cabe citar la falta de motivación por parte de los usuarios en la utilización de esta tecnología frente a los canales tradicionales.

Publicado el 23 May 2001

Al comercio electrónico a través de dispositivos móviles aún le falta mucho camino por recorrer para alcanzar su madurez. El primer obstáculo que tendrá que superar será la predisposición de los propios usuarios para utilizar este tipo de terminales en sus compras. Según el segundo índice Mobinet, realizado por la consultora A.T. Kearney en colaboración con el Instituto Judge de la Universidad de Cambridge en ocho países, incluido España, sólo el 12 por ciento de los usuarios de móviles asegura tener intención de utilizar aparatos con acceso a Internet para hacer compras, lo que supone un brusco descenso en comparación con junio del pasado año (primer índice Mobinet), en el que el 32 por ciento de los usuarios de móviles expresaron su intención de efectuar compras a través de sus teléfonos móviles.

Entre las causas que impiden el desarrollo del m-commerce cabe citar la falta de motivación por parte de los usuarios en la utilización de esta tecnología frente a los canales tradicionales. Así, el 26 por ciento de los consultados apuntó la falta de interés o de necesidad para no comprar a través de dispositivos móviles, mientras que un 19 citaba como freno a la falta de comodidad y facilidad de uso, la seguridad de los datos (16 por ciento) o no disponer de tiempo.

El dato más significativo procede de Estados Unidos, donde la intención de compra de los consumidores ha pasado del 34 por ciento de junio de 2000 a apenas el tres por ciento. Además, hablando de realidades, menos de un uno por ciento de los entrevistados había realizado compras mediante un teléfono móvil con tecnología WAP, principalmente usuarios de Japón, Finlandia y Reino Unido. Además, sólo el 16 por ciento afirma contar con un teléfono móvil con acceso a Internet.

Para Javier Abad, vicepresidente y responsable del área de telecomunicaciones de A.T. Kearney, el estudio muestra que la mayoría de los consumidores no está preparados aún para comprar por Internet a través de sus teléfonos móviles. Como posibles soluciones al frenazo de la popularización del comercio electrónico móvil, Abad propone la búsqueda de sinergias por parte de los proveedores de acceso, además de fabricantes de terminales y de contenidos, que han de encontrar el modo de interactuar de forma conjunta en beneficio del consumidor final. De esta forma, podrían establecer un marketing conjunto que incluyera la armonización del calendario de lanzamientos y servicios, nuevos terminales o el desarrollo de webs inteligentes que fomenten el m-commerce. Otra prioridad será la rapidez con que llegue este tipo de servicios al consumidor, un aspecto que redundará en el retorno de la inversión para los operadores, tras el elevado coste de algunas licencias europeas.

Sin embargo, serán otras las aplicaciones las que atraerán a los usuarios móviles. El 75 por ciento de los encuestados europeos y el 57 por ciento de los japoneses recurre a la mensajería instantánea a través del móvil frente al 27 por ciento de los estadounidenses. Además, casi tres de cada cuatro japoneses acceden al correo electrónico por el terminal móvil.

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Redacción Computing

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