De la sorpresa se pasó a la satisfacción y de ésta, a la más completa euforia inversora. Así se refleja en los últimos datos que arroja el precio de las acciones de HP. Desde el anuncio del despido de la que se suponía que era el máximo símbolo de la fusión HP/Compaq, la compañía ha incrementado su valor 3.600 millones de dólares.
El mismo día que se hizo pública la noticia, el valor de las acciones subió casi un 7 por ciento, por encima de los 20 dólares por acción. Aquello sólo era un anticipo de lo que se avecinaba.
La realidad era que toda la desconfianza que se había ganado Fiorina por parte del consejo de dirección se había extendido a los accionistas y así lo han querido expresar.
Las quinielas para sustitutos señalan, entre otros, a Michael Capellas, el que fuera máximo responsable de Compaq antes de la fusión y que prefirió abandonar el proyecto del nuevo Gigante para ser consejero delegado de MCI, telco que consiguió levantar. Quizás, él fuera el primero en no ver claro el proyecto y sea a hora cuando intente repetir la misma hazaña que realizó en la operadora.