Los múltiples atentados perpetrados contra Estados Unidos la pasada semana han tocado de lleno al sector de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. Y es que tanto dentro de las Torres Gemelas neoyorquinas como en los alrededores de las mismas tenían sus sedes u oficinas numerosas compañías de ambos sectores que, hoy por hoy, no pueden creer que parte de sus plantillas hayan desaparecido y que sus dependencias se hayan convertido en polvo.
La macrooperadora norteamericana AT&T, Sun Microsystems o el fabricante de software Temenos son, junto a otras, algunas de las compañías afectadas por el ataque terrorista. Literalmente se han quedado sin oficinas. AT&T ha señalado que tenía 10 empleados trabajando en la planta 51 de la Torre Norte, la que fue atacada primero, y el resto de la plantilla en el sótano. Todos ellos pudieron escapar del horror. La compañía ha puesto en marcha un plan de contingencia para reestablecer los servicios perdidos, reencaminando sus comunicaciones hacia otros nodos.
Los empleados de Temenos, que ocupaban las plantas 84 y 52 de la Torre Norte también pudieron ser evacuados en su totalidad, según ha comunicado la propia empresa. Aunque en principio, Sun Microsystems desconocía el paradero de sus 340 empleados de los pisos 25 y 26 de las Torres de Manhattan, finalmente se ha confirmado que todos ellos se encuentran a salvo.
Sólo a dos bloques de distancia del lugar del atentado, Computer Associates tenía 140 empleados trabajando en la oficina de ventas y en el centro de demostraciones. Todos ellos se salvaron, aunque alguno está herido. La compañía cerró su oficina, la cual parece que no ha sufrido demasiados daños.
A parte de las cuantiosas pérdidas humanas y económicas (el desplome de las bolsas de todo el mundo, además de las pérdidas generadas por la inactividad de las empresas y por el desastre en sí), la brutalidad de este múltiple atentado ha originado una degradación en el rendimiento de Internet en territorio estadounidense, debido a la cantidad de usuarios que intentan acceder a ella. Muchas de las webs de noticias más populares estuvieron prácticamente inaccesibles desde las primeras horas tras el ataque. El FBI ha intensificado la vigilancia en los ISP (proveedores de servicios Internet) para conseguir pistas que les pudieran llevar a los autores de los atentados, también estaría infiltrando espías en los países considerados sospechosos con el fin de detener a los responsables de la masacre.
Los analistas de Gartner Group advirtieron también a las compañías que se prepararan porque a partir de ahora los negocios han cambiado para siempre. En este sentido, se ha señalado la importancia de contar con backups de los datos críticos para la empresa en otras dependencias. Algo que sí hizo, por ejemplo, una de las firmas más afectadas por el atentado, Morgan Stanley, que contaba con 3.500 empleados en las torres de los cuales 2.900 han desaparecido. Esta empresa disponía de un backup que creaba copias instantáneas de sus documentos y las alojaba en una segunda localización a miles de kilómetros de Nueva York.
Por otra parte, en los aviones secuestrados también viajaban varios directivos de compañías de TI. Se trata de Phil Rosenzweig, director de Organización de Software de Sun Microsystems, que moría en el primero de los aparatos siniestrados; James Hayden, CFO de Netegrity, una compañía de software para e-commerce falleció en el avión que golpeó el segundo edificio. También perdieron la vida Daniel Lewin, cofundador de Akamai y Edmund Glazer, vicepresidente y CFO de MRV Communications.
Como en el resto del mundo, las consecuencias de la catástrofe también se han dejado sentir en el segmento de la informática dentro de nuestras fronteras. Por diversas razones, cuestiones de luto, imposibilidad de desplazamiento de ejecutivos…, en España se han dejado de celebrar ruedas de prensa convocadas por Sun, Vignette, Sendo o Ubi Soft.
