El CSIC ha desembolsado 50 millones de pesetas por la adquisición de un superordenador SGI Origin 3000 que servirá como punto neurálgico de los servicios de cálculo que el Centro ofrece a sus más de 100 Institutos.
Aurelio Herrero, director del Centro Técnico de Informática de la institución, explica que el nuevo sistema nos permite construir configuraciones adaptadas a las necesidades de los diferentes departamentos o grupos de investigación; desde los grupos que necesitan para sus cálculos gran cantidad de memoria y pocos procesadores de modo exclusivo, a los grupos que no precisan gran cantidad de memoria pero sí mayor número de procesadores.
El equipo, que se prevé operativo a lo largo del presente mes de febrero, se ha retrasado un poco en su puesta en servicio debido, sobre todo, a la gran cantidad de software científico que se ha tenido que instalar y configurar, así como a la propia parametrización del sistema, explica Herrero. Se trata de un sistema con 16 procesadores, 8GB de RAM y cerca de 169 GB de almacenamiento en disco. El directivo, al ser preguntado por el área de comunicaciones a que se conectará el equipo explica que la estructura de comunicaciones del CSIC es muy compleja y cada Instituto tiene su propia red local (Ethernet, FastEthernet, Gigabit…). Los Centros que están en el Campus de la calle Serrano están a su vez conectados entre sí a través de un anillo FDDI a 100 Mbps, pero todo está en proceso de migración. La idea es ir a un Backbone de Gigabit Ethernet.
Los investigadores del CSIC, aparte de los equipos de cálculo de los distintos departamentos, pueden disponer de los equipos dedicados para cálculo científico que hay instalados en el CTI, a saber Servidores Alpha con OPVM; Alpha con Tru64 Unix; un Origin 200 y un Octane 2, además del nuevo Origin 3400.
