Conseguir recortar los costes es el principal objetivo de todas las grandes firmas compradoras que han decidido participar en un marketplace, pero los beneficios prometidos por estos nuevos mercados virtuales no resultan baratos. Según un reciente estudio realizado por Forrester Research sobre una muestra de 50 ejecutivos de firmas incluidas en la lista Fortune, para integrarse en uno de estos mercados virtuales las compañías necesitan invertir entre 5,6 y 22,9 millones de dólares.
En el mismo informe se señala que durante este año las compañías esperan, mediante la participación en un marketplace, reducir en más de un 4 por ciento su gasto total en compras y sus expectativas señalan que este porcentaje se duplicará en un plazo de dos años. Precios más bajos y procesos más eficaces se identifican por los entrevistados como los factores principales que conducirán a esta reducción.
La integración con los sistemas internos resulta ser el criterio fundamental, señalado por casi dos tercios de los entrevistados, a la hora de decidir de qué mercado virtual entrar a formar parte y, una vez tomada la decisión, la preparación de los procesos internos se apunta como la actividad que supone el desembolso más significante.
Para conseguir todos los beneficios deseados, estas organizaciones necesitan concentrarse en varios aspectos
– Integradores de e-commerce; en orden a aprovechar todas las ventajas de un marketplace, la conexión de las aplicaciones internas con el nuevo sistema resulta un requisito prioritario y, como resultado, las firmas tendrán que firmar contratos importantes con consultoras como Lante y Accenture para crear interfaces con sus sistemas Oracle, SAP o Baan.
– Plantilla interna; el diseño y la implementación de nuevos sistemas requerirá la atención de profesionales especializados.
– Infraestructura tecnológica; las firmas se ven obligadas a realizar importantes inversiones en la compra e instalación de aplicaciones B2B.
– Cuotas de uso; los compradores afrontarán el pago de cuota derivadas del volumen de transacciones o los acuerdos de subscripción.
Ante la pregunta de cuánto cuesta comprar a través de un marketplace, Forrester encuentra tres respuestas en función de tres diferentes estrategias de e-procurement. En el caso de la compra de base, los compradores buscan en los marketplaces recortar los costes asociados a las transacciones en los procesos de pedido de bienes de mantenimiento, reparación y operaciones. Si se trata de compras a pequeña escala, simplificar la gestión de los inventorios y evitar situaciones de carencia en stock, se sitúan como las metas de las firmas que utilizan los marketplaces para realizar compras directas. Y más allá, algunas firmas utilizarán los marketplaces para gestionar los contratos en la compra de materiales estratégicos.
Para las firmas que entrar en un marketplace con el objeto de comprar bienes indirectos las cuotas de transacción suponen el mayor coste, ya que a pesar de requerirse menor preparación a nivel técnico, a menudo el cargo transaccional supera el 5 por ciento del volumen de la compra. Además, el software domina los gastos ya que el coste de las aplicaciones supone más de 71 por ciento del total necesario y los gastos de gestión se prolongan al requerirse invertir alrededor de 250.000 dólares en personal experto. En el caso de las compras a pequeña escala el gasto aumenta en 5,1 millones de dólares al necesitarse expandir los cambios de los procesos internos, instalar nuevo software y contratar más personal externo, y para aquellas firmas interesadas en mejorar la colaboración con proveedores, este esfuerzo para coordinar el gasto directo total a través de un marketplace supondrá un incremento dramático del coste. Además, a todo esto hay que sumar una inversión en formación de personal especializado de alrededor de 313.000 dólares.