El desarrollo del comercio electrónico B2C se encuentra semiparalizado en el sur de Europa en comparación con los países del norte, debido principalmente a la escasez de oferta de suministradores on line, además del miedo de los consumidores por realizar compras on line, el reducido número de usuarios existente en relación a otros países y a su escasa experiencia en comprar en Internet, según pone de relieve un estudio realizado por Forrester Research.
En países como España sólo el 20 por ciento de los potenciales consumidores cuentan con conexión en Internet -frente al 32 por ciento de la media europea-, a lo que hay que unir que el 50 por ciento de los usuarios on line tienen menos de un año de experiencia. Pero, la escasez de una oferta de proveedores on line es el factor clave que hace que que B2C esté estancado en el sur de Europa. Los consumidores a través de Internet disponen de un pequeño abanico de tiendas on line donde poder elegir, lo que indudablemente les resta motivación a la hora de compra, y por consiguiente, impide el despegue del comercio electrónico on line, explica Abigail Leland, analista de la consultora de estudios de mercado.
Lo más llamativo es que las ventas on line de un país como Suecia, con menor población, son casi similares a las generadas por todo el sur de Europa (España, Portugal, Italia y Grecia). De hecho, las ventas on line en estos cuatro países sólo suponen un 0,1 por ciento del total, mientras que en Suecia esta cifra asciende hasta el 0,8 por ciento.
Un mercado muy fragmentado, el poco conocimiento de esta firmas y la dificultad para encontrar socios que aporten liquidez financiera hacen que sean muy pocas los minoristas que deciden afrontar la compra de artículos de forma on line. Además, la falta de satisfacción de los usuarios al usar estos sistemas hace que su despegue sea aún más complicado, señala Leland.
La consultora considera que los portales, a la búsqueda de nuevas fuentes de negocio, la llegada de compañías B2C extranjeras y grandes empresas tradicionales de cada país habrán de convertirse en los motores del cambio que deberán convertirse en clave para superar los obstáculos que impiden la consolidación del B2C y que estimulen el crecimiento de este segmento de mercado. De esta forma, los portales, con un modelo de negocio ligado a las comisiones recaudadas por las ventas en comercio electrónico servirá para ir haciendo madurar al mercado y, además de conseguir que los consumidores vayan dejando atrás sus miedos.
De cara a las tiendas on line del sur de Europa -aunque sólo aquellas que dispongan de los fondos económicos suficientes y tengan sobradas razones para defender su cuota de mercado-, entre los aspectos que harán posible la obtención de unos mayores márgenes de beneficios en sus ofertas on line, cabe destacar su marca de empresa, la relación con los consumidores y unas infraestructuras que respondan a sus demandas.
Si todos los países de la región sur de Europa verán en un primer momento el empuje de los portales en el comercio electrónico, el impacto que supondrá la llegada de competidores extranjeros en el mercado B2C se convertirá en todo un revulsivo. En primer lugar, estas empresas pondrán sus ojos en países que, como España e Italia, cuentan con poblaciones elevadas, añade Leland.
Sin embargo, el analista de Forrester considera que el mercado italiano no cuenta con el potencial tecnológico del mercado español, además de que el elevado grado de fragmentación de los mayoristas hará que la implantación on line se haga de forma rápida. Por este motivo, el mercado español será el objetivo prioritario de los minoristas on line extranjeros a partir de mediados del presente año.