Este año, se prevé que el cloud computing mueva un volumen de negocio en nuestro país de 1.800 millones de euros, según datos de Ametic. Si atendemos a esta cifra de inversión, la generación de Valor Añadido Bruto (VAB) se calcula será superior a los 2.730 millones de euros, lo que a su vez tendrá un impacto de 3.049 millones de euros en el Producto Interior Bruto (PIB) de 2012. De estos datos se extrae, entonces que por cada euro invertido, el impacto generado en términos de PIB será de 1,63 euros.
Esta es una de las conclusiones más importantes extraídas del estudio “Cloud Computing. Retos y oportunidades”, que ha elaborado el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y la SI (Ontsi), con la asistencia técnica de Deloitte, para analizar la situación actual y el impacto que está teniendo el cloud computing en España.
A partir de la inversión que se prevé realizar en 2012 en la industria, también es posible conocer el impacto que tendrá sobre el mantenimiento de empleo y, que se prevé puede alcanzar los 65.000 puestos de trabajo en un año. Esto implica que la generación de PIB derivada del cloud computing por empleo mantenido es de 46.700 euros / empleo, lo que significa que el aporte de la industria cloud a la economía española es muy ventajoso.
Cloud, ese gran desconocido
Pese a todo lo que se habla y proyecta sobre el cloud computing en las empresas, sorprende descubrir que una de las principales barreras a su adopción es el gran desconocimiento que de esta tecnología tiene el tejido empresarial español. Concretamente, el 20,5% de las pymes españolas, analizadas por la Ontsi, reconoce tener un sólido conocimiento del cloud, mientras un 54,9% señala no conocerla en absoluto. Además, los proveedores han detectado que existe una gran falta de madurez del sector y que la oferta está poco estructurada para el mercado nacional.
Por otro lado, hasta la fecha, no existe un marco legislativo común en el que se puedan apoyar este tipo de servicios, generando cierto rechazo entre las organizaciones, ya que les preocupa la pérdida de control y la dependencia que se genera con el proveedor. De hecho, ciertos proveedores están denunciando que se está abusando del concepto comercial del cloud. Se están integrando muchas iniciativas y soluciones bajo este concepto (virtualización, servicios bajo demanda,…), que no son soluciones cloud estrictamente hablando, lo que ha generado cierta confusión en el mercado.
En cuanto a la percepción que las compañías españolas tienen del cloud, las entrevistadas en este estudio, han alegado:
• Percepción de insuficiencia en las velocidades y latencia de las redes
• Problemas de privacidad y requerimientos legales
• Sensación de pérdida de control sobre la tecnología y los procesos corporativos
• Inhibidores relacionados con la calidad y la entrega del producto
• Sensación de alta dependencia que se genera con el proveedor
• Interoperabilidad e integración de servicios contratados con los que se opera a nivel interno
La Administración sí visualiza su potencial
Expertos de las Administraciones Públicas han señalado que implantar un proyecto cloud implica trabajar previamente en la identificación de servicios comunes que se gestionan en varios organismos de forma análoga, y trabajar en la estandarización de los procesos de gestión que posibiliten que se puedan adoptar soluciones cloud globales. Pese a ello, en la mayoría de las Administraciones analizadas, los gestores reconocen que existe una madurez efectiva y real en los procesos de virtualización de los CPD, o en la externalización de infraestructuras y servicios de hosting, lo cual plantea un escenario adecuado para realizar migraciones de servicios en un modelo de cloud privado.
