Coincidiendo con la reciente celebración de SIMO, Ifema ha puesto en marcha, en colaboración con Infoempleo.com, un trabajo de investigación que, bajo la denominación Mujer Profesional y Sectores Económicos, pretende obtener una visión completa del papel de la mujer profesional en los principales sectores de actividad de la economía española.
El primero de esta serie de trabajos, que se ha elaborado en base a dos fuentes de información una encuesta on line a 924 profesionales del sector TI y entrevistas personas a 10 directivos del sector- tiene como objeto la participación y situación de la mujer en las empresas del sector TIC, un ámbito en el que, contrariamente a una percepción generalizada, la presencia de las mujeres no difiere sustancialmente a la que mantienen en otros ámbitos económicos; de hecho, su porcentaje de participación en este sector se sitúa en el 34,5 por ciento, un porcentaje muy similar al que representan en el conjunto de los sectores.
No obstante, las diferencias entre mujeres y hombres en el sector TI se hacen claramente patentes desde una perspectiva funcional. Así y mientras que en áreas como Atención al Cliente, RRHH, Calidad y Marketing, la participación de la mujer es muy o bastante similar a la del hombre, su representación en la Dirección General, los Servicios Generales o las áreas de Compras, Producción e Informática es notablemente inferior a la de los profesionales de sexo masculino. Concretamente, es en el área Informática donde esta disparidad es especialmente evidente ya que, de media, sólo uno de cada cinco profesionales el 20,4 por ciento- que desempeña su labor en el ámbito de Sistemas de Información es de sexo femenino.
A este respecto España no constituye una excepción. El Departamento de Trabajo de EEUU predice que de aquí a 2012 se sumarán a la fuerza de trabajo estadounidense más de dos millones de profesionales relacionados con las TIC pero, de acuerdo con un reciente estudio de Information Technology Association de America (ITAA), el porcentaje de mujeres en la fuerza laboral TIC de EEUU se ha reducido un 18,5 por ciento en ocho años, de modo que actualmente apenas representa una cuarta parte del total de profesionales que desarrollan su labor en este ámbito.
Por otra parte y como también ocurre en otros sectores económicos, el estudio pone de manifiesto que la presencia de la mujer en las empresas del sector TIC se reduce a medida que se incrementa la categoría profesional, de forma que si su participación alcanza el 40 por ciento de la categoría de puestos operativos, sólo llega al 24 y el 20 por ciento en las categorías de técnicos y mandos intermedios, respectivamente.
El fenómeno es especialmente llamativo cuando se alcanza la cúspide, dado que su representación en la dirección se limita a tan sólo el 11 por ciento. Y lo mismo sucede en los órganos de decisión de las empresas de TIC donde la presencia femenina se limita al 22 por ciento en los consejos de administración y al 19 por ciento en los comités directivos, dos valores ligeramente inferiores a la media del conjunto de las empresas españolas.
Son muchos los factores que subyacen a la situación anteriormente descrita pero, cuando se estructuran en categorías, los factores culturales emergen, tanto para los hombre como para las mujeres, como el principal freno al avance de la mujer en las empresas del sector TIC. Por el contrario, la valoración de los factores personales es radicalmente distinta: mientras que un 45 por ciento de las mujeres los consideran bastante influyentes en su desarrollo profesional, un porcentaje similar apenas les concede importancia en el caso de los hombres.
Aún más significativa resulta la valoración del propio género en el desarrollo profesional. Y es que, en tanto que los hombres lo aprecian como una ventaja, las mujeres lo consideran un factor bastante negativo, especialmente en relación con la conciliación de la vida personal y profesional, y con la retribución y el reconocimiento profesional.
En este escenario, el esfuerzo personal, las capacidades profesionales y la formación son considerados tanto por hombres como por mujeres como los puntos con más influencia en el desarrollo de su carrera; pero es necesario algo más. “Lo que hay que equiparar no es la presencia sino las oportunidades y, en este sentido, básicamente hay dos cosas que hacer: la primer es eliminar los obstáculos de género obligaciones familiares, perfiles de carrera, cambios culturales en la empresa- y la otra parte es una política general de desarrollo de carreras no sólo específica para las mujeres”, como afirmaba uno de los directivos encuestados en el marco de este trabajo.
En esta línea se sitúa la iniciativa WAN (Women Action Network) de Cisco que, inscrita en el Cisco Networking Academy Program, persigue incrementar el acceso de las mujeres a la formación y el mundo profesional TIC. El programa WAN contempla fundamentalmente tres acciones; en primer lugar, el desarrollo profesional de las mujeres dentro de la compañía; en segunda instancia, apoyar iniciativas concretas para facilitar su trabajo garantizando la conciliación familiar/profesional y, por último, atraer a las nuevas generaciones de profesionales hacia el sector TIC. Asociada a este último objetivo y en colaboración con el Nacional Center for Women & Information Technology (NCWIT) ha nacido en EEUU el sitio web www.ncwit.org/cisco, la puerta de entrada a una librería digital diseñada para proporcionar a estudiantes, padres y educadores información y herramientas para el fomento e impulso del acceso de las mujeres al sector TIC que constituye un ejemplo a considerar.
