Las empresas españolas no pueden aprovechar al 100 por cien las ventajas de las tecnologías de banda ancha debido fundamentalmente al elevado precio de las conexiones en nuestro país, donde se ha de pagar hasta 28 veces por encima de su coste real, según los datos que se desprenden de un estudio elaborado por The Yankee Group que manejan los responsables de Ebone, un proveedor de servicios que opera en el Viejo Continente y que prevé facturar este año 16 millones de euros (alrededor de 3.000 millones de pesetas).
Los analistas del citado grupo atribuyen esta circunstancia a que tanto el Gobierno español como el regulador (la CMT) han tardado demasiado tiempo en aplicar las leyes vigentes que obligan a los operadores dominantes a proporcionar a sus competidores en España las necesarias lineas de acceso local, a unos precios orientados a los costes reales y con calidad.
En un ranking que puntúa de uno a cinco, The Yankee Group atribuye a España una puntuación de 1,3, actuando como factores negativos los altos precios de los circuitos de acceso local, los largos plazos de suministro y la escasa protección frente a los incumplimientos de los acuerdos de nivel de servicio.
Otras conclusiones del trabajo son para la mayoría de las empresas españolas las líneas alquiladas de banda ancha son el mejor modo de conectarse a las redes y Telefónica es en la práctica el único proveedor de líneas alquiladas para empresas. Sin embargo, centrando la atención en el resto de Europa las cosas no cambian mucho para bien. En este sentido, el conjunto de países que conforman el Viejo Continente sólo puntúan 1,6 sobre 5; las empresas europeas pagan una media de hasta 75 veces más por el acceso local de banda ancha a través de líneas alquiladas que por servicios de banda ancha equivalentes a escala internacional, pese a que los costes de los servicios locales de banda ancha sólo son dos veces mayores; las líneas alquiladas de banda ancha cuestan cuatro veces más en Europa que en EE UU, por cuanto el e-commerce B2B se ha desarrollado más en EE UU que en nuestro continente, alrededor de seis veces más.
Desde el punto de vista de Ramón García, director general de Ebone para España, el regulador español y el Gobierno deben habilitar medidas para fomentar la competencia en el mercado de las líneas alquiladas.
