La disponibilidad por parte de cada ciudadano de un nmero de identificacin nico asociado a la totalidad de los datos incluidos en su historial mdico es una situacin ideal de futuro hacia la que se dirigen muchas de las iniciativas actualmente en desarrollo en el mbito sanitario, pero que todava tiene que superar ciertos obstculos para ser una realidad.
Existen diferentes niveles de madurez en este mbito que estn directamente asociados, por un lado, al elevado grado de segmentacin que caracteriza al entorno mdico y, por otro, al alto coste que supone la adquisicin y el despliegue del software y las infraestructuras necesarias que soportan estos proyectos, explica el director de soluciones mdicas de DMR en Sydney, Steve DeLaurier, que recientemente visit nuestro pas para compartir su experiencia con los muchos agentes involucrados en este sector.
DeLaurier considera que el xito de los proyectos de Historia Clnica Electrnica pasa por la definicin de un plan que contemple el avance progresivo -en el caso de Australia, federal y no nacional- y que identifique, teniendo en cuenta los problemas existentes, las reas principales en las que es ms necesario invertir. El entorno mdico suele estar muy fragmentado e intentar disponer de informacin residente en una gran diversidad de sistemas es un proceso muy complejo que, adems, consume mucho tiempo y dinero, seala DeLaurier, quien considera que la base para desarrollo de un sistema de Historia Clnica Electrnica supone el establecimiento de un sistema general de prcticas que abarque la totalidad de los servicios, desde la asistencia primaria y especializada hasta los hospitales, as como la integracin de todos estos sistemas.
Por otra parte tambin resulta imprescindible que la informacin mdica se encuentre en formato electrnico, de forma que cualquiera de las personas que est proporcionando un servicio mdico pueda acceder a ella en base a las especficas caractersticas asociadas al rol que desempea, como explica DeLaurier. Y en este sentido, es obligatorio hablar de estndares y, en concreto, de Health Level Seven (HL7), que The National Committee on Vital and Health Statistics (NCVHS) de Estados Unidos recomienda sea reconocido como el estndar universal para el intercambio electrnico de informacin mdica de pacientes.
Otros aspectos importante a tener en cuenta son por una parte la especial naturaleza de estos datos, que requiere de altos niveles de seguridad y confidencialidad, as como el cambio cultural que implica la puesta en marcha de un sistema de estas caractersticas, ya que como apunta Ana Puche, gerente de DMR Consulting en Espaa, los profesionales mdicos se caracterizan por un alto grado de individualismo, de forma que resulta clave involucrarles en el proyecto y hacerles ver las ventajas asociadas a la comparticin de informacin, as como formarles ya que la puesta en marcha de un sistema de Historia Clnica Electrnica implica ciertos cambios en el modo de trabajar.
Esta voluntad ha de partir de todos los actores que conformar el mbito mdico, un objetivo prioritario Espaa tras la trasferencia de las competencias sanitarias a las Comunidades Autnomas. Aunque es beneficioso que las Comunidades Autnomas ya estn desarrollando proyecto independientemente, debe existir una voluntad de cooperacin a nivel nacional para aprovechar las verdaderas ventajas asociadas a este tipo de prcticas, como subraya Puche.