Como hemos venido recogiendo en COMPUTING a lo largo de las últimas semanas, Microsoft está preparando el lanzamiento de su Windows XP, motivo por el cual, a principios de abril, el gigante del software reunió en su cuartel general de Seattle a más de una centena de periodistas de todo el mundo para desvelar la versión final del nuevo Office XP y, de paso, mostrar el nuevo aspecto de Windows XP.
El montaje fue austero. Un par de pantallas gigantes para descubrir los puntos fuertes del nuevo Office y maratonianas sesiones técnicas para no dejar ningún aspecto en el tintero. Y es que los fuegos artificiales los reserva Microsoft para el próximo 31 de mayo en Nueva York con la presencia del cada vez mas cotizado Bill Gates. Y es que Office, la aplicación más rentable de Microsoft, se lo merece.
Lo dicho, los periodistas de medio mundo nos tuvimos que conformar con la presencia de Steven Sinofsky, vicepresidente de Microsoft y máximo responsable de Office, quien desveló, con la ayuda de un montón de product managers, las novedades de la suite ofimática por excelencia. Entre las que más llamaron la atención a este cronista destacan los smarts tags, reconocimiento de voz y de la escritura manual, mas interactividad, mejoras en todas las aplicaciones clásicas, potencia groupware, seguridad, protección antivirus… y el nuevo Sharepoint.
De salida, Office XP se presenta en cuatro formatos diferentes y, ojo al dato, no funciona ya sobre Windows 95. La version básica, el XP Standard, integra Word 2002, Excel 2002, Outlook 2002 y Powerpoint 2002. La actualización sale en los USA a 239 dólares, unas 40.000 pesetas. Si se compra de nuevas el coste es de 479 dólares, más de 90.000 pesetas. Por su parte, el XP Professional aporta Access 2002 aunque, eso sí, el precio de la actualización sube hasta los 329 dólares.
Pero sin duda la versión con mas gancho es la XP Professional Editon limitada a los primeros 120 días del lanzamiento. Incluye las aplicaciones anteriormente citadas más Frontpage 2002, todo un estándar en la edición de webs, Sharepoint, Publisher 2002 y el nuevo ratón Intellimouse de regalo. Su coste 479 dólares, unas 80.000 pesetas.
Una de las novedades que integran las nuevas aplicaciones de Office, desde Outlook hasta Frontpage, son los smart tags, las etiquetas inteligentes desarrolladas en XML que se adelantan a las acciones de los usuarios, autocorrigen nuestras acciones, nos sugieren procesos, aportan información sobre el contexto… y por supuesto son programables.
Estas etiquetas suponen un importante paso adelante frente a los tradicionales vínculos o el molesto Clipo disponible en Office 2000. Son mucho mas amigables y permiten incluir numerosas nuevas funciones.
La estabilidad es otra de las características del nuevo Office. La fatídica pantalla de fallo en el Explorer se ha hecho mas amigable y el informe de fallo mas inteligible. Además se puede enviar el problema a Redmond, sede de Microsoft, para su supervisión.
Todas las aplicaciones se han mejorado mucho. Por ejemplo Outlook 2002 mejora la gestión de correo, soporta Hotmail e integra un montón de herramientas de seguridad, firma digital, encriptación y chequeo de antivirus.
Otra gran novedad que en una primera fase no disfrutaremos en España es el reconocimiento de voz. La tecnología speech sólo está disponible en inglés, of course, japonés y chino. Permite dictar al PC, gobernarlo activando por la voz los comandos o reproducir a través de voz sintética los textos marcados.
También, al estilo de los PDAs, Office reconoce la escritura manual bien introducida con una tableta digitalizadora o incluso con el ratón. Esta escritura se puede manipular, enviar a un Pocket PC, convertir a texto corriente…
En Estados Unidos han puesto en marcha un ambicioso programa por el que se repartirán un millón de «trial version» a 10 dólares la pieza. En España este programa es gratuito y se puede solicitar una versión de evaluación de XP de 30 días a través de MSN (www.msn.es).
