Estamos en una industria en constante transformación, y esta transformación está teniendo unas líneas claras de ejecución, consolidación y evolución.
Así, hemos sido testigos de megafusiones tanto entre operadores como entre fabricantes de equipos de red, al tiempo que los operadores de red están ofreciendo servicios diferentes: desde el Triple Play hasta servicios de TI.
A su vez, se está dando una clara evolución de empresas tecnológicas hacia proveedores de servicios; se están creando nuevos escenarios de competición, y las empresas de media están utilizando nuevos modelos de negocio y canales digitales de distribución.
Sin duda, estamos en un nuevo entorno, entorno que requiere nuevas estrategias para poder capturar las nuevas oportunidades que trae consigo. Estamos creando nuevos mercados y están apareciendo jugadores que, implementando modelos de negocio disruptivos, retan a los actores tradicionales.
Una forma de ilustrar estos nuevos de modelos de negocio es, por ejemplo, el modelo de Long Tail, término acuñado por Chris Anderson (The Long Tail: Why the Future of Business Is Selling Less of More), y que se resume en cómo sacar partido a mercados tradicionalmente no atendidos, es decir, cómo “vender menos de más”.
En un mundo en el que los costes de almacenamiento (stocks) son casi inexistentes, y con acceso permanente e instantáneo al contenido (electrónico), los consumidores tenemos un patrón de consumo diferente; queremos aprovechar esa libertad de elección y accedemos a prácticamente todo el contenido que es puesto a nuestra disposición. No sólo al contenido de éxito, sino al contenido de nicho.
Oportunidad de negocio
En conjunto, hay una oportunidad de negocio muy importante en estos accesos a contenido de nicho, menores individualmente, pero mayores de forma agregada.
La oportunidad es mayor aún si hablamos en términos de beneficios y si tenemos en cuenta que este es un área de enorme crecimiento. Veamos algunos ejemplos que ilustran perfectamente este efecto.
Se han llegado a exhibir más de 13.000 películas en festivales de cine. Hay infinidad de películas hechas, con una demanda ahí, pero se falla tradicionalmente en la distribución: por ejemplo, en Estados Unidos, solamente se llegan a proyectar en cines unas 120 películas al año. WallMart, el vendedor minorista más grande del mundo de la economía tradicional, pone a disposición de sus clientes unos 4.200 CDs (es decir, aproximadamente 60.000 canciones).
Mientras, los servicios de distribución online pueden poner a disposición de sus clientes más de millones de canciones. Por ejemplo, atunes pone tiene a la venta 3,5 millones, y además, abierto 24 horas. Lo que estamos viendo es que la demanda se puede extender sin fin.
De la misma forma, otro ejemplo de cómo sacar partido a las economías de escala long tail y acceder a nuevos mercados, es la evolución de la televisión tradicional a una nueva televisión, la televisión IP.
En ella se puede llegar a altos niveles de personalización, accediendo a todo tipo de contenido, interactuando y combinando de una forma totalmente integrada la TV con otros servicios, como la mensajería y las comunicaciones.
Finalmente, son de sobra conocidos casos como eBay (con el comercio electrónico B2C y C2C), Google (con la publicidad de pequeñas firmas) o aTunes, que explotan las economías de escala long tail. Casos en los que la demanda agregada de un volumen tremendo de contenidos a los que se accede de forma individual en pequeñas cantidades, constituye un
mercado enorme.
Si la economía del siglo XX hacía que la escasez requiriera hits, la del XXI dice que la abundancia empuja a los nichos. En otras palabras, si los costes de fabricación y distribución son altos, necesitas ser selectivo
en lo que vendes. Si los costes son bajos, no. Llevándolo al extremo, se puede decir que no es necesario ser selectivo en lo que vendes, porque el canal lo soporta todo.
¿Cómo sacar el máximo partido a este fenómeno? Como bien describe Chris Anderson, son tres las principales fuerzas que facilitan este fenómeno.
Primero, democratización de la tecnología de producción de contenido y desarrollo de servicios. Un ejemplo de ello es la aparición de Tecnologías de la Información que permiten poner a un coste infinitamente menor las rotativas, imprenta o los estudios de cine y música en manos de muchos más productores y agregadores de contenidos.
En segundo lugar, la democratización de la tecnología para la
distribución y consumo de contenidos y servicios. De la misma forma, las redes de banda ancha o la tecnología y dispositivos actuales actúan como facilitadotes del consumo y la distribución de contenidos digitales.
Y en tercer lugar, un nuevo modelo para conectar la oferta y la demanda. Finalmente, de nuevo la tecnología actual e Internet permiten reducir el coste de búsqueda y generar el efecto red exponencialmente. En concreto, tecnologías como el Web 2.0 o fenómenos como los blogs, enlaces patrocinados, filtros o recomendaciones, son ejemplos de ello.
Innovar, la solución
Desde HP estamos convencidos de que estamos frente a una oportunidad para el sector de las TICs, pero sólo conseguiremos capitalizarla haciendo la “tarta más grande” mediante innovación. Como hemos comentado anteriormente, hay que “hacer los deberes” en tres frentes: la red, las plataformas de servicio y la gestión integrada del servicio extremo-aextremo.
Cada año, HP invierte significativamente en I+D y en construir capacidades en estas áreas, y lo viene haciendo desde hace años, alineado con las necesidades de nuestros clientes. Nuestra posición como proveedor de IT en la industria de las Telecomunicaciones y Media
no es una casualidad.
HP dispone de tecnología específica para el sector de las telecomunicaciones, y de los conocimientos y experiencia a través de nuestra organización de HP Services, haciendo posible que esta convergencia entre comunicaciones, el mundo del contenido y el mundo del IT sea más que una realidad.
