En un momento de caída de ventas, el empleo es uno de los segmentos de las TIs que más está notando los efectos de la recesión. La operadora de servicios de telecomunicaciones WorldCom ha puesto en marcha un programa de reducción de costes que le llevará a recortar el 10 por ciento de su fuerza laboral en Europa, lo que supone la baja de alrededor de 1.000 empleados y la centralización en una única oficina de funciones tales como recursos humanos y finanzas. La holandesa Philips, por su parte, ha confirmado que se deshará de prácticamente la mitad de su staff en la unidad de Ensamblaje, centrada en el desarrollo de equipamiento para colocar los chips en las placas de circuitos y que, hoy por hoy, no está considerado estratégico. Esta empresa espera que las ventas de chips decrezcan entre un 17 y 18 por ciento este año, e incluso tiene planes para acabar con 11.000 puestos de trabajo adicionales este año.
Mientras tanto, la firma de software para BI (Business Intelligence) Microstrategy ha optado por despedir a 175 profesionales adicionales a los 1.300 de los que prescindió desde el pasado año. De este modo, el staff de la empresa, que ha visto caer el valor de sus acciones desde 333 dólares en marzo de 2000 a 1 dólar, queda conformado por 825 personas.
Otras compañías como Nortel, Alcatel o Cornig también están percibiendo los efectos de la caída de la demanda. Como adelantaba la pasada semana COMPUTING España, Nortel va a despedir a 19.000 empleados adicionales a los 30.000 anunciados meses atrás. Reino Unido, país en el Nortel posee 5.000 empleados, podría ser uno de los más afectados, y fundamentalmente el área de ventas. Nortel prevé acumular, en el tercer trimestre del año, unas pérdidas de 2.500 millones de dólares (alrededor de 450.000 millones de pesetas) debido a la caída de las ventas de equipamiento de telecomunicaciones después del fin del boom de las dotcom.
Por su parte, el suministrador francés Alcatel ha reconocido que reducirá su plantilla británica en 650 trabajadores, los cuales están centrados en operaciones de fabricación de cable submarino, mientras que Corning ha hecho público que no cumplirá expectativas de facturación y que despedirá a 12.000 trabajadores más a escala mundial
