Con objeto de ajustar el valor estratégico de su negocio e incrementar su competitividad en el mercado del networking, Cisco diseñó a principios de este año un plan de acción, que incluía llevar a cabo una serie de cambios operacionales importantes. Su estrategia enfocada a la cartera de productos, implica simplificar las operaciones (incluyendo reducciones de costes significativas), y destinar su capital en la forma más productiva posible. Un componente integral de este plan es reducir los gastos operativos en 1.000 millones de dólares, que se dejarán sentir en la cuenta de resultados de su año fiscal 2012; y esta reducción está claramente vinculada con el tamaño de su fuerza laboral.
Bien, ahora la compañía de John Chambers progresa en este plan de acción, y acaba de comunicar que en la primera mitad de este mes de agosto llevará a cabo el despido de 6.500 empleados: 2.100 serán jubilaciones anticipadas, y 4.400 serán puestos de trabajo de las delegaciones de la compañía en todo el mundo. Esta reestructuración constituye el 9% de la plantilla global de Cisco, -que actualmente está conformada por 72.000 profesionales-, y constituye el mayor reajuste laboral en la historia de la compañía.
Destaca de este plan de ajuste que los directivos a nivel de vicepresidencia y superior también están incluidos, en concreto, serán despedidos un 15% de ellos.
De momento, los primeros recortes tendrán lugar en las sedes de Cisco de Estados Unidos y Canadá, produciéndose en la primera semana de agosto; el resto de las filiales, dependerá de los acuerdos con las autoridades y leyes locales, que en el caso de Europa son más proteccionistas que en Norteamérica.
Otra de las medidas incluidas en este plan de acción y que ahora se materializa, es la venta de su fábrica de Juárez (Mexico). Cisco ha llegado a un acuerdo con Foxconn Technology Group para traspasarle la planta, incluyendo a sus 5.000 trabajadores, en el primer trimestre de 2012. De acuerdo con los directivos de la compañía, no se prevén despidos con esta venta. Y uniendo el traspaso de estos 5.000 puestos de trabajo a los 6.500 despidos que se efectuarán este mes de agosto, hacen un total de 11.500 nóminas que Cisco dejará de pagar.
Estas medidas, -junto con otras que Cisco tiene previsto comunicar a finales de agosto cuando presente los resultados del ejercicio fiscal-, pueden ser recortes empresariales de aquellas áreas que han resultado ser menos rentables de lo previsto. En los últimos años, Cisco ha entrado en nuevos negocios orientados a consumo como Flip, la firma de videocámaras que adquirió en 2009 por 590 millones de dólares y de la que se ha desprendido en abril de este año, o los sistemas de telepresencia como la compra de Tandberg Systems.
No obstante, Cisco ha declarado que va a continuar invirtiendo en plataformas de vídeo, existentes y nuevas, así como avanzar en su próxima generación de plataformas, Videoscape, y set-top boxes. Seguirá impulsando la innovación para buscar nuevas oportunidades en las áreas de vídeo, movilidad, redes y cloud computing.
Cisco despedirá al 15% de la dirección como parte de un plan de reestructuración laboral
A fin de maximizar el valor estratégico de su red y ajustar su negocio, Cisco ha decidido reducir su fuerza laboral mundial en 6.500 empleos, y conseguir ahorrar con esta medida 1.000 millones de dólares, que se notarán en sus resultados de 2012.
Publicado el 19 Jul 2011
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