Boo.com vida después de la muerte

El portal de prendas de vestir Boo.com ha visto como resucitaba. Su caso es la prueba más palpable de que la crisis de las dotcom puede ser superada y que las puntocom comienzan a asumir que han de aprender de sus propios errores.

Publicado el 04 Dic 2000

Nadie duda de que alrededor de las Punto com ha comenzado a formarse un halo de cierto pesimismo ha sido pasar del boom que caracterizó al sector hace unos meses a la más absoluta realidad. Sin embargo, un examen más detallado de los sucesivos fracasos permite contemplar la historia desde otro punto de vista.

A pesar de que Boo.com se cite como el ejemplo más claro del colapso de las Punto com hasta la fecha, más que nada porque fue el primero sonado, muchos analistas comienzan a distinguir un sinfín de aspectos positivos. La mayor parte de los integrantes que formaron el equipo han sido reciclados para participar en nuevos proyectos, principalmente el personal. Algunas personas estaban tristes por el fracaso, pero la verdad es que estos últimos 12 meses fueron más emocionantes que los anteriores cinco años, explica Maggie Hunt, que desempeñaba el cargo de directora de Desarrollo de Minorista.

Tan pronto como el portal de ropa de moda se vino abajo, los cazatalentos se lanzaron de pleno sobre sus empleados, principalmente el departamento técnico. Todos teníamos dos o tres ofertas sobre la mesa y, durante un par de semanas, fuimos perseguidos por los responsables de recursos humanos de otras empresas, añade Hunt, que ahora trabaja para el departamento de e-business de CSC.

El nombre de marca de Boo fue adquirido por la compañía estadounidense de Fashiosmall.com por cerca de 400.000 libras y el sitio web se relanzó a principios del presente mes de noviembre. Ahora, funciona como un portal que redirije a los internautas a otras páginas donde pueden adquirir los productos anunciados.

Otro aspecto que también ha sobrevivido en Boo es su infraestructura tecnológica. El pasado mes de octubre, la compañía de integración de soluciones web Bright Station completó la integración de los sistemas Boo con su aplicación B2B Sparza.

De forma general, las compañías siempre reconocen los problemas demasiado tarde. Deberían controlar sus planes de negocio y tan pronto com comprueben que los objetivos no se ajustan a la realidad, solicitar ayuda. Esto implica dirigirse a áreas en las que antes no estaban presentes, de hecho algunos enfocan sus negocios hacia el mercado B2B desde un modelo B2C, explica Peter Spratt, responsable de Recuperación de eBusiness de PricewaterhouseCoopers.

Pero, ¿y qué ha sido de los máximos directivos de Boo? Seguramente, no hayan encontrado trabajo tan rápido como el resto de los empleados. Puede que no, pero Kajsa Leander y Ernst Malmsten no deberían tener preocupaciones económicas durante mucho tiempo si sus nuevas aventuras les funcionan. Como no podía ser de otra manera, se encuentran sumidos en la redacción de un libreo explicando la experiencia de Boo.com.

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Redacción Computing

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