Con el objetivo de incrementar su actividad y su cartera de clientes ampliando su oferta financiera y no financiera, el BBVA, entidad conformada por una plantilla de 99.000 empleados, más de 7.500 oficinas y con unos costes de explotación que rebasan los 6.800 millones de euros, ha puesto en marcha un Plan de Innovación y Transformación, el cual persigue modificar entre los años 2007 y 2010 su modelo de negocio, adaptándolo a unos nuevos tiempos en los que la diferenciación es el gran arma competitiva y de generación de nuevo valor.
Para lograr estas metas, los responsables de la entidad han decidido destinar en el plazo de los próximos tres años un montante económico de 5.600 millones de euros a tecnología, de los cuales al menos 2.500 millones corresponderán a los nuevos desarrollos necesarios para hacer realidad la ansiada innovación de procesos, que conduzcan a una tranformación del negocio.
Como base del plan, el Grupo financiero, que ahora está entrando también a dispensar servicios no financieros, se plantea la digitalización o “la conversión de todo a bits” e incrementar los niveles de conectividad, con redes de banda ancha.
La idea es que, con tales ayudas, en 2010 el número de clientes de la entidad haya crecido un 20 por ciento, lo que supondría ocho millones más de los actuales, así como reducir el ratio de eficiencia de la corporación desde el 44 por ciento actual a una tasa inferior al 35 por ciento.
Esta iniciativa que, según Francisco González, presidente del BBVA, “marca un antes y un después en la historia de BBVA” es una prueba más de la intención del banco de convertir los retos en oportunidades tanto para la propia entidad como para sus clientes.
El presidente de la entidad aseguró que este despliegue de medios, el cual se vertebra en el uso inteligente de la tecnología, debe servir para transformar la información en conocimiento que permita realizar ofertas personalizadas y ganar en accesibilidad.
José Ignacio Goirigolzarri, consejero delegado del BBVA, comentó por su parte que desde ahora hasta el año 2025 el PIB mundial se duplicará, lo que abre para la entidad unas muy grandes posibilidades de bancarización. Por ello, deben disponer de las plataformas y herramientas tecnológicas capaces de convertir datos en conocimiento.
Aunque no han trascendido las acciones concretas que, desde la perspectiva tecnológica, el banco acometerá a raíz de la puesta de largo de este programa, los directivos de la entidad aseguran que habrá un montante importante para hardware, bases de datos, software CRM para avanzar en el conocimiento y demandas de sus clientes, sistemas de videoconferencia, call centres y la web como nuevo canal para el negocio; sin olvidar la conectividad con redes más potentes.
