Baile de datos

Tras observar algunos de sus parámetros y resultados, me surgen serias dudas en cuanto al valor que puede aportar y la credibilidad que ofrece; aunque es algo que me planteo con frecuencia con muchos de los estudios que circulan por el mercado tecnológico. En primer lugar, no es de recibo quelos datos que se ofrecen sobre el sector TIC y de los contenidos correspondan a 2011; a partir de aquí las conclusiones que proporciona pierden alcance y notoriedad. ¿Cuál es la finalidad de mostrar estos resultados? Quizás la de mostrar un escenario que haga un maquillaje a la realidad, algo que sólo sus promotores están en disposición de esclarecer. Los números indican que la inversión en el sector global -incluyendo contenidos- creció un 8,4% respecto a 2010, en un gran titular y sin más detalles. Y van más allá: que la inversión en el sector TIC subió en España un 15% en 2011, cuando es más que palpable la situación desfavorable que la mayor parte de las organizaciones están atravesando en este apartado. Voy aquí a recordar que Ametic publicó hace aproximadamente un año que el sector español de Tecnologías de la Información cerró 2011 con una cifra de facturación un 2,1% inferior. Es cierto que son datos que no se pueden comparar, pero sí que dan una idea del baile de cifras que existe entre las diferentes organizaciones. Tampoco cuadra que el ONTSI sitúe en unos 28.000 millones de euros las actividades informáticas por ingresos, mientras que Ametic lo hace en torno a los 17.000 para 2011. Poca información, mal estructurada y que busca sobre todo alabar las presuntas bonanzas de nuestro tejido tecnológico. Seguramente las haya. No hay más que atender al citado informe, donde fluyen de forma detallada referencias sobre la alta penetración de Internet en los hogares españoles, el crecimiento de la banda ancha móvil, la firma digital, el comercio electrónico, el uso del software libre, la gran informatización de las pymes, los servicios públicos digitales de la AGE, etcétera, etcétera; un relato detallado que parece más propio de una presentación televisada de la que tanto gustan a los gobernantes de este país.