En un intento por elevar el precio de sus títulos en Bolsa, que han acumulado una caída durante el último año del 47 por ciento, AT consumo, negocios, broadband y servicios inalámbricos.
Esta iniciativa de la mayor compañía telefónica de larga distancia y televisión por cable de EE UU, que se prevé quede concluida en el ejercicio 2002, es contemplada como el movimiento más contundente de los efectuados por la firma desde la segregación que, en 1984, dio lugar a las Baby Bells. El nuevo plan estratégico permitirá a cada una de las unidades principales de la firma focalizarse en su particular nicho de mercado y enfrentarse a la competencia con mayor destreza, según asegura un portavoz de la compañía.
Esta reorganización supone un punto de inflexión en el rumbo de la compañía, que de este modo podrá convertirse en un operador de todas las distancias, ya que venderá paquetes de comunicaciones locales, de larga distancia, telefonía inalámbrica y servicios de acceso a Internet.
Durante los últimos meses, la operadora estadounidense ha manejado varias opciones para elevar el valor de sus acciones en el mercado y para separar las unidades de rápido crecimiento datos, Internet y difusión de televisión por cable de su negocio de consumo de larga distancia.
El nuevo plan contempla que los accionistas de la compañía puedan poseer títulos de todas ellas. Los títulos de ATT. Esta será la propietaria legal de la marca AT&T (que quedará como la unidad de servicios), la cual licenciará a las demás firmas, que continuarán colaborando en ofrecer servicios o venta de capacidad de red a sus compañías hermanas.