Adelantándose a la normativa de la Unión Europea, que desde enero de 2004 considera legal la emisión de facturas telemáticas, la Asociación Nacional de Fabricantes (ANF) recibía, ya en 2003, la pertinente autorización para emitir certificados digitales de forma electrónica. Una vez en posesión de tal autorización, ANF Autoridad de Certificación (AC) creó Tradise, filial desarrolladora de la solución de certificado de firma electrónica y de factura digital. De acuerdo con Jesús Campos, director general de ANF ACTradise, “el objetivo era ofrecer a nuestros asociados, más de 300 empresas en su mayoría del sector agroalimentario con un volumen de negocio superior a los 25.000 millones de euros, una solución de firma electrónica que permitiera una aplicación clave como la e-factura”.
Campos explica que “ANF-AC-Tradise decidió integrar Tamino XML Server en la arquitectura de su solución para cumplir uno de los estrictos requisitos legales de la Agencia Tributaria, que exige el almacenamiento e integridad de las e-facturas. Optamos por Tamino XML Server al tratarse de un servidor nativo XML con una gran potencia y rendimiento, que asegura la validación legal del proceso, su almacenamiento en una base de datos no relacional y el envío bajo el estándar XML”. Y es que, previamente, ANF-AC Tradise había desarrollado una solución que permitía la legalización de documentos electrónicos desde la propia aplicación, basándose en XML. Sin embargo, le faltaba una solución al problema de almacenamiento que garantizara la integridad del documento sin ser troceado y que sustituyera definitivamente al papel.
La nueva solución de factura digital ofrece a los miembros de la asociación la posibilidad de aceptar y emitir facturas telemáticas, con grandes ahorros de costes de gestión respecto a las tradicionales facturas en papel, dando cumplimiento, además, a requisitos legales y fiscales actuales y futuros; otorgando a las empresas el control del proceso de facturación electrónica, evitando el riesgo de facilitar la e-firma a terceras partes y dotando de la base tecnológica para el soporte y gestión de otros documentos electrónicos que requieran o no de firma digital (facturas propias o de proveedores, pedidos, notas de envío, contratos…).
Campos estima que a finales de este mismo año se hayan superado las 100.000 e-facturas emitidas mensualmente. Como proyectos tecnológicos de la asociación en el corto plazo, el directivo se plantea “extender la factura electrónica al circuito de pedido, albarán y factura, además de a los contratos electrónicos y a los documentos digitales con firma jurídica fiscalmente válida”.
