Accenture cerró su ejercicio fiscal correspondiente a 2001 con unos ingresos de 11.440 millones de dólares (2,16 billones de pesetas), lo que supone un crecimiento del 17 por ciento respecto a la cantidad obtenida en el ejercicio previo. En el citado periodo, la compañía ha conseguido un beneficio neto de 1.060 millones de dólares (alrededor de 200.000 millones de pesetas), lo que significa un retroceso del 57 por ciento en relación con la cifra conseguida al cierre de 2000. A escala operativa, lo que significa excluir algunos costes derivados de su situación en bolsa, la rentabilidad descendió un 30,4 por ciento hasta situarse en 1.450 millones de dólares (unos 275.000 millones de pesetas).
Según apuntan los analistas, la mayor parte de los ingresos de Accenture han provenido de asesorar a compañías presentes en el Fortune 1000 en sus estrategias de desarrollo TI, pero sin despreciar su experiencia en el ámbito de proveedor de servicio, ya que el outsourcing también ha significado una importante fuente de crecimiento para la firma. Tanto es así que la combinación de esta práctica con la reingeniería de procesos y los servicios de consultoría han supuesto el 17 por ciento de los ingresos totales de la consultora y unos ingresos cercanos a 2.000 millones de dólares (380.000 millones de pesetas) en el año que finalizó en agosto.
Atendiendo a las regiones, ha sido EMEA (Europa, Oriente Medio y África), con 4.400 millones de dólares (836.000 millones de pesetas) la más fuerte, con un 20 por ciento de crecimiento, seguida de Estados Unidos, que crece un 17 por ciento y Asia-Pacífico que incrementa su aportación un 6 por ciento con respecto al ejercicio previo. Parece ser que el sector público sigue siendo uno de los que mayores aportaciones realiza al global de ingresos de la compañía, con 1.000 millones de dólares (190.000 millones de pesetas), lo que significa un crecimiento del 26 por ciento en relación al año previo.