2021: Un año marcado por la crisis de la ira

Los Fondos Next Generation EU se esperan como la llegada del mesías, con los brazos abiertos.

Publicado el 05 Ene 2022

Ambrosio Rodríguez, Director de Computing

2021 ha sido un año de crispación. Un año de vaivenes que se ha visto obligado a convivir con los efectos que ha tenido en la sociedad la covid-19. Esta pandemia no ha paliado las disputas ni los recelos, si acaso, los ha acentuado, lejos de abrazar un nuevo mundo de confraternidad frente a un ataque masivo y mundial como el que estamos viviendo.

El año empezaba ya con malos augurios. Una borrasca denominada Filomena azotaba como un látigo de hielo y nieve nuestro país como si de un castigo divino se tratara, a su vez aprovechada por unos y por otros para lanzar nuevos reproches por la forma de hacer frente al temporal. Más de lo mismo al otro lado del Atlántico con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca tras cuatro años de mandato de Donald Trump no exentos de polémica. No hubo mano tendida, sino un insólito asalto al Capitolio de Estados Unidos cuando se certificaba la victoria del nuevo inquilino. Fue otro de los primeros momentos de crispación del año, quizás marcado por un mundo cada vez más polarizado que observa el mayor peso de China, reforzada de la crisis por el peso que ejerce sobre las materias primas, y la pérdida de influencia de Estados Unidos.

La crisis sanitaria se cubría de un halo teñido de negro que fustigaba la economía. Un megabuque encallado que bloqueaba durante días el Canal de Suez amenazó el comercio mundial -falta de contenedores y tensión en la cadena de suministro-, mientras que nacía un conflicto energético provocado por la subida del precio de los combustibles. En España, la luz deslumbraba todas las expectativas, tras llegar a finales de diciembre a un precio de 360 euros/MWh, frente a los 70 de enero de 2021. Resultado, la subida de precios de la energía tenía un efecto directo sobre otros bienes y servicios, con lo que la inflación interanual se situaba en diciembre en el 5,8% -los mismos máximos que en 1992-.

Ha sido un año en el que ha primado la desinformación que, unida a la crisis sanitaria, económica y política, agrava la polarización

Quizás este panorama fue el que hizo regurgitar al anciano y dormido volcán Cumbre Vieja tras su largo letargo. Pero su ira no cambió nada. Tres meses duró su actividad hasta mostrar evidentes signos de agotamiento. Ha sido un año en el que ha primado la desinformación que, unida a la crisis sanitaria, económica y política, agrava la polarización. En sostenibilidad estamos cavando nuestras tumbas, la variante de la covid-19, ómicron, campa a sus anchas por Europa en plena sexta ola. Y para más inri, se nos fueron Messi, tras 17 años en nuestra liga, y Paul Gasol, que anunciaba su retirada.

2022 será para las tecnologías el año de los Fondos Next Generation EU. Se esperan como la llegada del mesías, con los brazos abiertos. Sin duda, será en beneficio de todos. Confiemos en que sean pocos los que quieran imitar la película de Woody Allen ‘Toma el dinero y corre’, y que el objetivo sea complementar una estrategia ya definida en transformación y digitalización. En caso contrario, una vez más estas ayudas no servirán para nada.

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