Es el caso de compañías que, como Cisco, HP, Nortel, Apple o Intel, se ven obligadas a asumir la caída de sus resultados financieros e incluso a deshacerse de parte de sus plantillas.
Normalmente satisfecho de los resultados de su compañía, John Chambers, presidente y CEO de Cisco Systems, ha descrito el segundo trimestre fiscal de 2001 como desafiante, y ha advertido que una economía que pierde fuste puede afectar negativamente el desarrollo del gigante del networking mundial, e incluso auguró malas perspectivas de cara a los próximos dos trimestres del año, aunque se hizo eco de una mejoría a largo plazo. Chambers cree que se producirán crecimientos de los ingresos de entre el 30 y 50 por ciento en los próximos tres o cinco años. Cisco ha caído más de un 40 por ciento en los últimos tres meses y se teme que su posición en el ámbito de los proveedores servicios de telecomunicaciones pueda verse dañada.
Gateway es otra de las firmas de hardware que ha llevado sobre sus hombros el peso de la desaceleración de EE UU. Los responsables de la compañía, que actualmente da trabajo a 20.000 personas, han anunciado que recortarán el 10 por ciento de su plantilla. Y es que en el cuarto trimestre de 2000, Gateway ha perdido 94,3 millones de dólares, frente al beneficio de 126 millones de dólares obtenido el año anterior. Las ventas, por su parte, se han situado en 2.370 millones de dólares frente a los 2.550 millones de la misma moneda conseguidos el año pasado.
HP, por su parte, ha advertido que alcanzará las previsiones para el primer trimestre del año 2001 y que las ventas continuarán siendo lentas en el segundo trimestre del ejercicio.
Nortel es otra empresa con problemas. En este caso, el suministrador canadiense de equipamiento, que en España está consiguiendo contratos millonarios como proveedor de infraestructura UMTS y redes para nuevos entrantes en el mercado, ha hecho pública su intención de deshacerse del 6 por ciento de su plantilla, lo que significará dar de baja a alrededor de 5.200 trabajadores, en el plazo de los próximos 4 meses.
Estos anuncios tienen réplica en otras compañías que, como Intel, Apple o AMD, también están sufriendo en sus carnes las consecuencias de una caida en sus resultados financieros. Todo ello sin olvidar las dotcom y los proveedores alternativos, segmentos ambos que están siendo golpeados con especial virulencia por la última tormenta bursátil.
