El auge de Internet y de las telecomunicaciones inalámbricas ha ido vinculado a la gran aceptación que han tenido entre los millones de usuarios que diariamente interactúan con esta tecnología. La evolución de la tecnología inalámbrica y de Internet se ha ido desarrollando por separado, y de forma paralela, debido entre otras cosas a las limitaciones de las redes de comunicación y a la complejidad en el uso de los terminales inalámbricos. La superación de las limitaciones tecnológicas, la escasez de prestaciones y las incompatibilidades han facilitado que la telefonía móvil sirva para algo más que para mandar un mensaje SMS o mantener una conversación.
La tecnología WAP establece una sólida pasarela entre las redes inalámbricas e Internet, y está capacitada para ofrecer un servicio de valor añadido con total independencia de la tecnología que se utilice. En definitiva, WAP está abriendo la puerta a un nuevo mundo de posibilidades para las comunicaciones que las empresas deben aprovechar si quieren seguir siendo competitivas.
Es importante hacer hincapié en un hecho, WAP no es sólo un protocolo basado en los estándares de Internet, desarrollado para permitir a terminales inalámbricos acceder a toda la información que hoy existe en la Red, sino que da paso a una nueva tecnología.
La facilidad del funcionamiento de WAP, es uno de sus mayores atractivos.
Desde un punto de vista tecnológico queda claro cuáles son las variables que introduce WAP y la revolución tecnológica que supone, pero ninguna revolución tecnológica sería tal revolución si no encontrase un mercado receptivo donde encontraran salida los servicios que se pueden ofrecer con esta tecnología.
En términos económicos y en nuestro país, nos enfrentamos a un mercado de 15 millones de móviles frente a los 5 millones de personas que poseen un PC, por lo tanto y teniendo en cuenta estas cifras, nos enfrentamos a un mercado cuantitativamente mayor que al que se enfrenta Internet en la actualidad, y donde las inversiones de empresas pueden encontrar un mercado muy atractivo y rentable.
Si nos centramos en el mercado inalámbrico de Internet encontramos un mercado para 2000 de unos 10.000 millones de pesetas, sin embargo, las cifras que se barajan para el año 2005 superan los 70.000 millones de pesetas. Con independencia de la disparidad de las cifras, los fabricantes de móviles y las operadoras de telefonía no paran de formar alianzas e invertir dinero para universalizar la utilización de los dispositivos móviles.
Pero para incrementar el número de usuarios, nada mejor que aumentar el número de servicios a los que puedes optar desde un terminar inalámbrico.
La acogida de estas nuevas tecnologías se auguran muy positivas.Si echamos un vistazo a las previsiones para realizar comercio a través del móvil, nos encontramos que en 10 años el 90% de las ventas de la compañía se harán a través de dispositivos móviles, previsión bastante alentadora para que las empresas tomen partido por esta tecnología y empiecen a ofrecer sus servicios a través de WAP.
Sin embargo no es oro todo lo que reluce, ya que a pesar de las excelentes previsiones estimadas en relación con la tecnología WAP, el parque empresarial español está dispensando una fría acogida a todos los servicios WAP. De momento, sólo unas pocas compañías han apostado de manera firma por WAP, trasladando su oferta a este nuevo canal.
Esta pasividad de las empresas se puede achacar a la esperada llegada de UMTS, base tecnológica que supondrá un fuerte impulso a la revolución inalámbrica. En efecto, ante UMTS las empresas españolas deberán tomar una posición favorable pues cuando esto suceda en el año 2002, contarán con los conocimientos y experiencia necesaria para afrontar la esta situación con éxito. Será su baza para posicionarse de forma ventajosa.
Si evaluamos quién sale ganando con esta tecnología, debemos contestar que el primer y principal ganador es el usuario de WAP, quien tendrá acceso a miles de servicios de una forma cómoda y fácil, las empresas que comercializan estos servicios, los fabricantes del hardware y software que hacen posible estas transacciones, los fabricantes de terminales inalámbricos y las empresas de telecomunicaciones.
WAP pone de manifiesto que la tecnología hace posible la máxima de información concreta y en un lugar determinado.
