Virtualizar almacenamiento no es lo mismo que ‘almacenamiento virtualizado’

El nuevo reto de la transformación es el uso e implantación de los sistemas de almacenamiento virtualizados.

Publicado el 21 Jun 2011

El concepto de virtualización es casi tan antiguo como el de la propia informática. Ha sido aplicado con distintos niveles de éxito en el acceso a memoria, en la mejora de los procesos, en redes y almacenamiento. En mayor o menor medida, la virtualización ha existido desde el principio, dentro de todos estos elementos mencionados. Sin embargo, la virtualización empieza ahora a hacerse cada vez más visible fuera de las organizaciones.

En lugar de ser utilizada por muchos ingenieros como un fin en sí mismo durante el desarrollo de sus productos, el concepto de virtualización es usado para transformar la mayor parte de los elementos de la tecnología de la información. Los tres elementos centrales de un CPD son: proceso, redes y almacenamiento. Todos ellos pueden ser virtualizados. El éxito de un ‘Service Provider’ o de un departamento de IT proporcionando servicios en la nube depende de la flexibilidad y eficiencia para, sobre todo, conseguir tener una calidad y un coste por ese servicio cuando menos, aceptables.
Los ‘Services Providers’ han intentado muchas veces proporcionar servicios sin tener en cuenta los conceptos de virtualización dentro de su despliegue de elementos técnicos en el desarrollo de su ‘core’ de negocio… incluso hemos sido testigos de ello justo al comienzo de este milenio. Los costes de sus infraestructuras no han podido soportar ese anticuado modelo de negocio. Puesto que la virtualización rompe la relación entre los aplicativos y los sistemas sobre los que se ejecutan, es capaz de liberar a los entornos de sistemas del lazo de estar obligados a permanecer con un hardware específico, requiriendo pesadas configuraciones estáticas. Sin embargo, proporcionando una completa capa de virtualización, la capacidad de proceso, las redes y el almacenamiento se han convertido en servicios básicos y no dependientes del capricho de cualquier fabricante que, como ocurría anteriormente, podía imponer sus normas con el único criterio de su propio beneficio. De esta forma, los modernos centros de datos se convertirán en entornos virtuales, constituidos por completo por elementos virtuales de proceso, redes y almacenamiento, sin ningún tipo de restricciones.

Definición de almacenamiento virtual
Existe una diferencia fundamental entre un recurso que utiliza algún tipo de virtualización interna y otro que proporciona un amplio conjunto de interfaces virtuales. Como ejemplo, podemos citar que todos los sistemas operativos modernos usan conceptos de virtualización, pero sólo los que poseen un hypervisor como VMware, Hyper-V, Xen o KVM ofrecen verdaderos recursos virtualizados. De la misma forma, un gran número de sistemas de almacenamiento utilizan virtualización en sí mismos, pero tan sólo unos pocos productos proporcionan realmente almacenamiento virtualizado.
Hay que dejar claro el siguiente concepto: la virtualización del almacenamiento no implica ‘almacenamiento virtualizado’. Para poder ofrecer el tipo de virtualización que requiere la alta flexibilidad que implican los servicios en la nube, el almacenamiento virtualizado debe dar espacio desde discos estándar hasta interfaces virtuales, soportando productos, a ser posible, de múltiples fabricantes; es decir, debe haber una completa abstracción entre los elementos físicos que componen la infraestructura y nuestro sistema de explotación basado en elementos lógicos que resultan de la conversión virtualizada desde unos a otros. Por tanto, algunos de los beneficios que derivan de usar almacenamiento virtualizado en lugar de almacenamiento con virtualización, incluyen:

Simplificación de la complejidad, proporcionando un gran dinamismo, permitiendo reconfigurar elementos ‘on the fly’, debido a la abstracción del hardware que nos proporciona el entorno.
Mejora de la eficacia, especialmente en los casos de grandes volúmenes de almacenamiento, con una mejor utilización.
Gestión estándar y generalizada de todo el almacenamiento disponible, ofreciendo ahorro de costes operativos, proporcionando un simple y consistente ‘interface’ que nos da todas las ventajas de un cómodo manejo sin transmitirnos la complejidad que estamos siendo capaces de alcanzar.
Mediante este ‘interface’ de Gestión Centralizada, seremos capaces de liberar a los ingenieros que diseñan los sistemas, los administradores que lo gestionan y a los usuarios de estar atados a una implementación específica, siendo más flexible (en términos de consumo de recursos humanos/ recursos de infraestructura) que una infraestructura descentralizada.
Posibilidad de intercambio de los distintos elementos físicos, lo que proporciona ahorros económicos importantes, aparte de no tener dependencias o condicionamientos de un fabricante en concreto.
Recuperación ante desastres de manera más eficiente y rápida.
Implementación de nuevas tecnologías, por ejemplo, ‘Thin Provisioning’ implementado a nivel de Hardware, “Automatic Storage Tiering” (dato en el tipo de disco mas adecuado de acuerdo a la aplicación que lo usa) y la “Optimización dinámica” entre otras.
El mercado ha necesitado racionalizar el concepto de virtualización, y esto se ha hecho adoptando el empleo de niveles básicos de tablas de mapas (de elementos virtualizados), lo que supone poder hablar de distintas alternativas de virtualización dependiendo de cómo se realice y desde dónde (basado en Host, basado en la infraestructura de Red de Almacenamiento, o basado en el propio Sistema de Almacenamiento).

¿Por qué el concepto de virtualización será distinto en 2011?
Por un lado, hay una importante crisis económica a nivel mundial que obliga a reducir costes y las IT son históricamente un sitio donde se pone especialmente la mirada. El mercado está mucho más maduro para este tipo de soluciones. Por ejemplo, el planteamiento del uso de técnicas de cloud computing implica la virtualización a todos los niveles (de la infraestructura de servidores, de comunicaciones y de almacenamiento).
  Por otro lado, los nuevos retos de los data center para proporcionar flexibilidad, así como el poder disponer de los datos en la nube en el caso de cloud computing, requieren poder virtualizar los componentes y asociarlos con inteligencia. Sin el concepto de virtualización, los administradores de los servidores, redes y almacenamiento serán incapaces de poder cumplir con las necesidades dinámicas que les demanden sus clientes como pueden ser ‘Thin-Provisioning’, gestión heterogénea centralizada, rendimiento, etc.   El éxito de los sistemas de explotación de la información virtualizados es visto por todos como una real y beneficiosa transformación. No obstante, no hay duda de que sin virtualizar las redes, los sistemas o el almacenamiento, los centros de datos continuarán sin operar de forma eficiente. El nuevo reto de la transformación es, sin duda, el uso e implementación de los sistemas de almacenamiento virtualizados.

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Redacción Computing

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