La virtualización ha vuelto a ser protagonista de los escenarios de TI. Realmente, nunca ha dejado de ser importante, ya que es la piedra angular de la consolidación de ciertos sistemas que componen el centro de datos, especialmente la de los servidores. Pero la llegada del cloud computing ha vuelto a poner de manifiesto con gran énfasis las bondades de esta tecnología, convirtiéndose en el paso fundamental que hay que dar si se quiere emprender un camino ágil y eficaz hacía la nube.
Así ha quedado patente durante el Encuentro realizado por Computing, en el que reunió a algunos representantes de las empresas más relevantes del mundo de la virtualización, para dibujar el nuevo panorama de esta tecnología, que ya ha llegado a su madurez, pero aún tiene obstáculos que salvar. No obstante, los fabricantes, consciente de esto, ya están empezando a superar esa barrera para que se pierda el miedo a caminar hacia el cloud. Y es que, ante todo, son muchos los motivos de la gran aceptación que ha tenido y sigue teniendo la virtualización.
Santiago Campuzano, country manager de Citrix, por ejemplo, resaltaba dos dentro de la virtualización de servidores: “los ahorros de costes y la simplificación de la gestión”. Y aludió a la virtualización del puesto de trabajo que, según el directivo, es muy crítica y supone un cambio cultural dentro de la organización, pero “nos facilita el acceso a la consumerización y un uso de los dispositivos móviles que nos permite llegar al teletrabajo; y su buena gestión puede reducir los costes operacionales y la gestión de TI”.
Por su parte, Sara Martínez, directora de Producto de la Unidad de negocio de Almacenamiento de HP, detallaba varios puntos. Por un lado, “la eficiencia en la utilización de los recursos”, ya que para la directiva, “antes se sobredimensionaban los sistemas y, hoy en día, gracias a la virtualización somos capaces de aprovechar el cien por cien de los recursos del centro de datos”. También, se encuentran “la eficacia y la agilidad a la hora de acometer un nuevo servicio de cualquier tipo”, añadía, “haciendo que ese nuevo proyecto se aborde de una forma más ágil y sencilla”. Asimismo, al igual que Campuzano, Martínez resaltó el ahorro de costes, “y no solo en equipos e infraestructuras sino también, en la factura eléctrica, algo que tienen muy en cuenta los clientes”, explicaba.
Jaime Pereña, responsable de Western Europe Private Cloud de Microsoft, destacaba la agilidad como una de las bondades de la virtulización porque, según el directivo, “la capacidad de reaccionar antes los cambios es fundamental”. Pereña, además, añadió que la virtualización se presenta no como un fin, sino como un camino hacía la informática como servicio. Y en este sentido, “creemos que es momento de crear la base para el futuro y de elegir una plataforma para crecer e ir a entornos de nube pública o privada”, afirmaba.
Y precisamente, un punto en común puesto de manifiesto por los diferentes fabricantes, fue, además, “que esta tecnología no es un fin, sino que es un camino para el desarrollo de proyectos TI”, resumía Campuzano. Para Alejandro Solana, director técnico de Preventa de VMware, “la realidad va a ser que todos los clientes se van a plantear un entorno híbrido de informática en la nube, y nosotros facilitamos un camino simple a ese ecosistema”, añadía.
El reto de la gestión y de la seguridad Pero el punto de inflexión lo puso Marco Blanco, principal tecnical manager in Virtualization and Datacenter Technologies de Symantec, al afirmar que los beneficios son claros, pero existen nuevos retos que surgen con la virtualización. “Desde Symantec, pensamos que, con independencia de cuál sea la tecnología de virtualización que se adopte, lo importante es poder hacer realidad la virtualización gestionando los riesgos y los desafíos que tiene, como son el incremento de la complejidad, y el aumento de los riesgos operativos y de seguridad”. “Si conseguimos hacer una gestión de forma unificada de los entornos virtuales y físicos, la virtualización se convierte en un habilitador del nuevo paradigma de computación en la nube”, explicaba.
Con este punto de vista, Blanco añadía una nueva dimensión al debate. Al contrario que el cloud computing, la virtualización es un campo ya maduro con grandes proyectos de implantación, que en ocasiones pueden presentar ciertas complejidades para los departamentos de TI; una dificultad que reside, precisamente, en los procesos de transformación. “Esto es porque emprendemos un viaje hacia la virtualización con nuevos elementos que tenemos que gestionar que, quizá por inexperiencia o por distintos grados de madurez en el mundo de la virtualización, no contemplamos de manera integral todas las consecuencias que genera. En este sentido, lo importante es gestionar esa complejidad con nuevos procesos de automatización, de provisión, de gestión, de imputación de costes y de cargabilidad”, explicaba Blanco.
Como parte de esta cuestión, Santiago Campuzano, country manager de Citrix, quiso resaltar que la virtualización facilita las tareas de los departamentos de TI, y “lo que es difícil es el proceso de cambio”. Sara Martínez añadía que, “es necesario cambiar la mentalidad y pasar de un modelo tradicional a un modelo real de virtualización, especialmente, para la protección de la información; por ejemplo, desde la unidad de Almacenamiento de HP estamos intentando que todas las soluciones que tenemos de backup se adapten perfectamente a las soluciones de virtualización”.
Para el director técnico de VMware, “obviamente, la virtualización supone desafíos, pero no problemas”. En este sentido, el directivo estaba de acuerdo en que el modelo de gestión de la virtualización y su seguridad tiene que abordarse desde otra perspectiva, no desde la tradicional. “Es necesario tener un planteamiento proactivo del comportamiento de ese nuevo entorno y, de forma preventiva, tener las herramientas adecuadas para evitar que esa incidencia se produzca. Y, desde el punto de vista de la seguridad, no creo que un entorno físico sea más seguro que uno virtual porque hay mecanismos y herramientas que permiten llevar la virtualización a un nuevo nivel de seguridad”, matizaba Solana.
En respuesta Marco Blanco añadió que “las soluciones para garantizar la seguridad y la protección de la información, así como aquellas para el acceso a la misma por los distintos usuarios, con independencia del escritorio o dispositivo que utilicen, tienen que tener unos estándares de protección, al menos, como los que estábamos acostumbrados en el paradigma anterior”. “Y poder gestionar todo, a nivel de seguridad de los datos y de la alta disponibilidad, y de administración, con independencia de que el entorno sea físico, virtual, móvil o que esté en el cloud, es clave para que los clientes se beneficien verdaderamente de las ventajas de la virtualización”.
No obstante, los fabricantes querían transmitir un mensaje de confianza. Así, Pereña afirmaba por su parte, que “la capa de gestión es fundamental, y tiene que ser una capa que vaya integrada y que ayude al usuario, por eso, en Microsoft tenemos herramientas que unifican el proceso de gestión de los entornos virtualizados”. Además, el country manager de Citrix aseguraba que “en los entornos virtualizados existe una protección inherente a ella”. Lo que es cierto, es que la virtualización es la base para crecer. “La virtualización es un mercado muy maduro y ahora mismo nos estamos encontrando con el cloud, pero los fabricantes estamos superando esas barreras para que se pierda el miedo a trasladar las aplicaciones críticas al entorno virtual, que permitan la disponibilidad de las aplicaciones como se tenían antes y poder caminar hacia la nube”, concluía Martínez, de HP.
