Universidad de la Coruña, formación de cine

Con el objetivo de impartir las clases aprovechando las telecomunicaciones ha desplegado una red de distribución de vídeo que, llegado el caso, podría, incluso, comercializar sus servicios más allá del ámbito universitario.

Publicado el 22 Jun 2006

La Universidad de la Coruña cuenta en la actualidad con más de 22.000 alumnos, repartidos entre dos ciudades -La Coruña y El Ferrol- y seis campus. Sin embargo, el paulatino descenso del número de alumnos en todo el territorio nacional está motivando que muchas Universidades opten por cambiar el tradicional modelo presencial, vigente desde el siglo XV. Según los datos que maneja Jesús Salceda, director de Tecnologías de la Información y Comunicaciones de la Universidad de La Coruña, “este modelo ya no sirve, por lo que si queremos sobrevivir tenemos que entrar en la formación continua”. No obstante, este nuevo planteamiento de formación continua engloba a un colectivo de personas, potenciales estudiantes, que ya cuentan con su carrera profesional por lo que resulta imposible un modelo presencial, apuntando más hacia los fines de semana -sábados por la tarde y domingos por la mañana-. Si en esa franja se consigue reunir la masa crítica suficiente para poder tener al profesor y a los estudiantes, sólo resta utilizar las redes de telecomunicaciones~con técnicas multimedia para llevar la formación a la medida del cliente, en este caso, del estudiante.

Así fue como, básicamente, surgió el proyecto de crear un campus virtual en la Universidad de La Coruña pero, como matiza Salceda, “no el típico campus virtual en el que se cuelga un PowerPoint u otros contenidos y ya está, no, nosotros queremos poner el contenido íntegro de una clase dentro del navegador o del iPod del estudiante”. Para lograr este objetivo es preciso disponer de una potente infraestructura de telecomunicaciones que soporte los requerimientos de las clases virtuales. El responsable de TI recuerda cómo en los orígenes del proyecto, hace cerca de dos años, el modelo que se tomó fue el de Canal Satélite Digital. “Calculamos cuánto ocupa este canal y vimos que eran 250 canales a 1,5 Gbps, con lo cual, si tuviéramos una red con 10 Gb nos permitiría reservar para tráfico de datos puro la mitad o 4 Gb, para que los otros seis se destinaran sólo a multimedia”. El experto asegura

</em>Estos eran, pues, los parámetros iniciales de los que se partía, pero cuando se redactaron los pliegos técnicos del concurso público que habría de definir al proveedor de equipamiento, el departamento que lidera Salceda supuso que no habría ningún actor que les pudiera proporcionar los 10 Gb. Así las cosas, <em>”el concurso no salió pidiendo 10 Gigabit, sino enlaces a 1 Gigabit en conexiones de troncales, pero entonces apareció NextiraOne con equipamiento de Alcatel, con el que ofrecía 10 Gigabit nativo en los troncales y unos conmutadores 8800 que era carrier-class; era la única oferta que nos permitía seguir alimentando nuestro sueño”.</em> A pesar de todo, Salceda hubo de convencer al personal interno de que apostara por la tecnología Alcatel frente a otras tres propuestas con equipamiento Cisco, una vez que comprobaron si aquélla les garantizaría el margen de crecimiento. El tiempo parece haberle dado la razón.

<br />La situación inicial venía definida por la conexión de los campus La Coruña y El Ferrol vía ATM, que en breve habrá de ser Gigabit, con la peculiaridad de que la primera de las ciudades dispone de dos campus y la segunda de cuatro. En este último caso pronto se reducirán a tres campus, dado que al estar muy próximos, el experto indica que <em>“los hemos conectado con nuestra propia fibra óptica”.

</em>A medida que se ha ido desarrollando todo el proceso han sido necesarias ciertas modificaciones, incluidas las relativas al cambio de cableado de algunos edificios en los que aún se contaba con cableado de categoría 3. Uno de los principales problemas con los que se ha encontrado el responsable de TI ha venido dada por la propia configuración de la Universidad en campus, dado que únicamente se cuenta con una fibra óptica de conexión entre cada uno, a través de R como proveedor. Esto significaba que, como apunta Salceda, <em>“durante un período de dos años íbamos a tener que hacer convivir la red Gigabit con la de ATM y las VLANs, para no tener que afrontar un cambio demasiado brusco”.

</em>De este modo, primeramente se planificaron dos redes: <em>“una red Gigabit completa donde íbamos migrando los puestos de ATM a Gigabit, aunque al mismo tiempo teníamos que mantener, y de hecho se están manteniendo todavía, las pasarelas para continuar con el tráfico en ATM y Gigabit de forma transparente al usuario”</em>. Esta transición se está realizando satisfactoriamente sin necesidad de interrumpir el servicio, dado que los cambios se ejecutan en horarios nocturnos. <em>“Hasta ahora hemos cambiado doce edificios y el número de errores en cuanto a las asignaciones de nuevos equipos han sido de no más de dos por centro”</em>, explica el responsable, <em>“y estamos hablando de una red con más de 8.000 puntos de conexión”.

</em>Por otro lado, el hecho de contar sólo con una fibra de conexión entre los campus obligaba a tener que alquilar una segunda conexión, lo que incrementaba significativamente los costes. Para evitar esta subida de los presupuestos, Salceda ha optado por utilizar tecnologías de multiplexión: <em>“mutiplexamos las señales de ATM, de Gigabit e incluso ahora de FiberChannel para unir los campus, con lo cual nuestra red a nivel físico es una única conexión de fibra, pero operativamente es como dos”.</em>

Así mismo, se han cambiado las conexiones de fibra óptica que eran multimodo, radiales en los campus, en los que se cuenta con un núcleo central desde donde se distribuye a cada centro. Sin embargo, en muchos casos las distancias a enlazar superaban los 500 metros por lo que, al poner Gigabit, <em>“aprovechamos para tender dos pares de fibra monomodo de cara al troncal a cada centro”.<br /></em><br />Salceda explica que <em>“la tecnología, el cableado, la fibra, etc. es la excusa para dar realmente lo que entra por los ojos al estudiante, que es vídeo, bien del profesor o de la clase que ha impartido”.</em> Estas clases se graban, se almacenan, son etiquetadas y cuando alguien precisa determinada información únicamente es necesario acudir al corte indicado, bien sea de vídeo o de audio, reproduciéndolo en una PDA o, incluso, en un móvil.

En cuanto a la inversión, ésta no es tan elevada como pudiera parecer en un principio, puesto que mientras que el precio de la red de distribución ascendió a 155.000 euros, la plataforma de vídeo digital adquirida para poder emitir los canales universitarios en múltiples formatos se ha situado en el entorno de los 150.000 euros.

Adicionalmente, Salceda no descarta la posibilidad de alquilar o vender canales a las empresas para que, además de comprometerse a divulgar contenido formativo también inserten sus mensajes publicitarios. Desde una perspectiva más tecnológica, el dibujo del sistema se reduce a, como aclara el responsable, <em>“un servidor Linux en cluster con almacenamiento en Serial ATA de 12 TB, con dos máquinas en cluster de almacenamiento que usamos con Debian y seis máquinas que hacen de caché”.</em> En esencia y como declara Salceda con una amplia sonrisa, <em>“lo mismo que hace nCube, pero con un cero menos”.

</em>Este despliegue posibilita que el contenido pueda adaptarse a diferentes perfiles para que, cuando éste sale fuera de la red universitaria, sea el proveedor de banda ancha que suministra el acceso residencial quien lo adapte a su cliente, en este caso al estudiante. Con las últimas actuaciones realizadas en la red y la incorporación de todos los centros a Gigabit para el mes de septiembre, el director de TI asegura que <em>“tendremos un tráfico multicast razonable y con unos parámetros de calidad buenos”.</em> Además, <em>“en esa fecha esperamos tener también solucionado el enlace a Gigabit de Coruña-Ferrol con lo que tendríamos una red Gigabit completa con únicamente ATM en la parte de las centralitas telefónicas”.

</em>Esta extensión al resto de los edificios posibilita que según se llega con Gigabit también se hace con los canales multicast. El experto apunta que <em>“son canales con contenidos universitarios propios, de actos, conferencias, etc. y vamos alimentando esos canales, llegando al puesto de trabajo de cada profesor o investigador”.

</em>En realidad y llegados a este punto, la parte más complicada es generar contenidos. Sin embargo y en el hipotético caso de que el profesorado no se prestara a grabar sus clases, no ya en directo, sino en su propio despacho y sin alumnos delante, el responsable de TI tiene muy clara la alternativa: la animación. <em>“Si no soy capaz de generar contenidos grabando a un profesor, lo haré con dibujos animados y si no, compraré los contenidos fuera”</em>, asegura el experto. Porque a pesar de que ahora la demanda de este tipo de contenidos nos es muy elevada, la situación cambiará mucho hacia 2009 con la convergencia europea, según pronostica.

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Redacción Computing

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