El modelo que promueven las compañías ASPs, entendido como el que conforman todas aquellas empresas que implantan, hospedan y alquilan acceso a una aplicación a sus clientes desde un punto de administración centralizado, viene a confirmar la visión, plasmada por Microsoft a la hora de exponer su estrategia.NET, de que el software va a pasar de ser un producto a ser suministrado y utilizado como un servicio. En general, los ASPs se decantan por este modelo para poder ofrecer un mejor servicio al cliente, costes más asequibles, uso más eficiente del software y mayor seguridad.
Varios son los factores que influyen en la adopción del modelo de software como servicio por parte de los ASPs. Desde el punto de vista de la demanda, el mercado actual se caracteriza por la falta de personal cualificado en servicio de Tecnologías de la Información, por la complejidad creciente de las aplicaciones y por el tiempo de puesta en marcha de las soluciones, que cada vez es más corto. Lo mismo sucede con los ciclos de vida de las nuevas versiones del software, de manera que se incrementa progresivamente el esfuerzo y el tiempo que supone amortizar el coste de las soluciones de negocio.
Desde el punto de vista de la oferta, los factores que inciden en el despegue de los servicios ASP son la ampliación del ancho de banda y las tecnologías para VPN aparte, claro está, de la proliferación de compañías que ofrecen este tipo de servicios.
El concepto de software como servicio supone que sea mucho mayor el número de empresas que puede incorporarse al tren de las nuevas tecnologías y, por lo tanto, a los nuevos escenarios de negocio. A largo plazo, es muy posible que todo el software de aplicación sea suministrado como un servicio por suscripción a través de Internet. Y son las compañías ASP las que están dando un paso decisivo para que esta visión se convierta en realidad. De hecho, la tecnología actual permite que se puedan ofrecer como servicio todas las aplicaciones disponibles en este momento.
Para las empresas, el hecho de poder utilizar las funciones que necesitan del software que prefieran bajo un pago fijo mensual va a suponer, ante todo, una importante reducción de costes, aparte de que el hecho de tratarse de costes predecibles va a mitigar el vértigo inversor de no pocas organizaciones. Ello, sin olvidar las ventajas fiscales que se derivan del sistema de alquiler de esos programas.
En este sentido, Microsoft tiene en marcha el ASP Licensing Program, que se caracteriza por ofrecer a las pequeñas y medianas empresas precios más asequibles y claros, garantizándoles en todo momento la posibilidad de usar las versiones más recientes de nuestros productos. Creemos, honestamente, que el negocio ASP está marcando, en este sentido, algunas de las pautas que determinarán el negocio tecnológico en el siglo XXI.
Esta propuesta de un nuevo modelo de negocio supone, en nuestra opinión, una de las razones decisivas del crecimiento del mercado ASP. No hay más que remitirse a las cifras según Forrester Research, su volumen de negocio mundial alcanzará 21.100 millones de dólares, mientras que Gartner Group vaticina un volumen de 22.700 millones de dólares en 2003, de los que el 43 por ciento se generará en Norteamérica y el 32 por ciento en Europa.
Por lo que respecta a España, queda mucho por hacer el negocio ASP se encuentra en una fase más que inicial. En todo caso, el auge del mercado de las telecomunicaciones está facilitando la aparición de nuevas ofertas y ya hay usuarios finales, sobre todo en el terreno de las PYMEs, que ya demandan estos servicios como alternativa. IDC Europa prevé, en 2004, un mercado de 27.000 millones de pesetas en España, lo que supondría el nueve por ciento del mercado europeo y el dos por ciento del mundial.
Pero no todo es euforia cuando hablamos del futuro de este mercado. Gartner Group pronostica que, al final de este año, el 60 por ciento de los ASPs actuales no continuarán. Para Microsoft, la elección del modelo de negocio se nos antoja clave, y creemos que serán aquellos que opten por el modelo de software como servicio los que tendrán mayores opciones de éxito.
Asimismo, la capacidad y calidad de servicio van a ser los grandes diferenciadores en un escenario tan concurrido y al que no dejan de incorporarse nuevos actores. Según todos los analistas, son tres las aplicaciones más demandadas de los ASPs mensajería y colaboración, comercio electrónico y aplicaciones de negocio (soluciones para ERP, CRM, etc…). Realmente, muchos ASPs van a ser capaces de ofrecer estos tres tipos de servicio pero pocos van a poder ofrecer, por un lado, perfecta integración entre toda su gama de soluciones.
Por otro lado, la clave del éxito en el mercado ASP pasa por contar con partners debidamente acreditados, con productos y servicios reconocidos por el mercado, fiables y que otorguen credibilidad a la oferta de la compañía ASP en cuestión.
Bajo nuestro punto de vista, a la hora de garantizar la calidad del servicio y, en consecuencia, la satisfacción del cliente y el éxito del ASP, juega un papel fundamental la certificación. Creemos necesaria la existencia de programas de certificación para ASPs que ayuden a éstos, sea cuál sea su área de especialización, en el diseño, desarrollo y puesta en marcha de los servicios. Al mismo tiempo, estos programas facilitarán a los usuarios la identificación de su proveedor ante una necesidad específica.
En nuestro caso, el programa de certificación que hemos desarrollado se propone dotar del correspondiente reconocimiento en el mercado a aquellos ASPs que demuestren la capacidad de ofrecer servicios de hospedaje o de outsourcing con altos niveles de consistencia y calidad a partir de nuestra tecnología.
En definitiva, creemos que este mercado brinda, en efecto, unas expectativas antes inimaginables en el mundo de los negocios, tanto a clientes como a proveedores y fabricantes. Pero todos los que jugamos en este terreno tenemos la misión de cuidar al máximo todos los aspectos que atañen a la calidad de los servicios que se ofrecen y que se ofrecerán en el futuro, a fin de satisfacer a los clientes y no defraudar las expectativas.
