Trazabilidad, una llave para la informatización del sector agroalimentario

El sector agroalimentario de la comarca de Osona emplea a más de 5.000 personas. Se trata de un sector de gran tradición y cuyas dos principales barreras para incorporarse al uso de las nuevas tecnologías son las culturales y los costes de implantación. Así pudo constatarse en la última tertulia organizada por Fundetec y COMPUTING.

Publicado el 14 May 2008

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Vic es la capital de la comarca de Osona, donde el sector agroalimentario tiene una gran importancia para la economía local. Está formado por dos segmentos: explotación de recursos naturales, ganadería y agricultura, y el de gran consumo, ya que las empresas cárnicas de alimentación tienen sus propias líneas de venta.
La sede de inpevic, Institut Municipal de Promoció i Economia de Vic, ha servido para reunir a representantes de este sector en los desayunos sectoriales de Fundetec. Josep Burgaya, presidente de inpevic, fue el encargado de dar la bienvenida a los presentes, además de aprovechar para señalar la importancia y la necesidad de que estas empresas se incorporen a las nuevas tecnologías para competir en un mercado cada vez más difícil pero de gran importancia para la comarca. Por su parte, Àlex Rostoll, consultor TIC de la Secretaria de Telecomunicacions i Societat de la Informació del Centre de Telecomunications i Tecnologies de la Informació, de la Generalitat de Catalunya, además de ratificar el apoyo a este tipo de iniciativas encaminadas a eliminar la brecha digital existente en las pymes, aprovechó para presentar el ‘Pla d´actuació per a promoure la implantació i l´ús de les TIC a l´empresa catalana’, PIMESTIC. Este plan, dirigido a mejorar la competitividad de las empresas mediante el uso eficiente de la tecnología, tiene 3 líneas básicas de actuación: difusión y sensibilización, asesoramiento y orientación e implantación y financiación, y quiere ser el referente de actuaciones TIC que se llevan a cabo en Catalunya Por su parte, Enrique Hormigo, gerente de proyectos de Fundetec, recalcó la vocación de reducir la brecha digital en las pymes que son el gran motor de la economía española.

Problemas culturales y de costes
Este sector primario encuentra dos problemas fundamentales en el uso e implantación de las nuevas tecnologías: barrera cultural y los costes. Un claro ejemplo lo podemos observar en el sector de los queseros de la comarca. Oriol Urgell, gerente de Acrefa (Asociación Catalana de Ramaderos Elaboradores de Quesos Artesanos) que reúne a 70 asociados aproximadamente totalmente heterogéneas, nos explica como “de los 70 asociados sólo 6 ó 7 poseen página web y muy pocos correo electrónico propio”. En el caso de los queseros además hay otro hándicap y es que el hecho de ser artesanos les separa “conceptualmente” de las nuevas tecnologías “en muchos casos se han quedado con la mentalidad del artesano aunque el volumen de su negocio ya podría ser el de una industria. Entre otras cosas porque no ven la necesidad de hacerlo, no van a crecer y tampoco a ir para atrás ¿para qué complicarse la vida?”.
Antoni de Lamo, director de la región noreste de CCS Agresso, cree que hay varios factores que hay que corregir para que las pequeñas pymes vean la necesidad de incorporarse a las tecnologías: “infraestructuras e información de una forma que la puedan entender y aplicada a sus necesidades, es necesario que vean que las nuevas tecnologías no están reñidas con artesanía y calidad”. Eudald Domench, consejero delegado de Agrotech, una empresa que gestiona residuos para convertirlos en compostaje, abonos o electricidad utilizando alta tecnologías, señala que “la mejor manera para divulgar es con casos de éxito con datos reales para que los demás se pregunten si él lo ha hecho ¿no puedo yo hacerlo?”.
Àlex Rostoll, en relación a esto afirma: “en las guías de empresa on line del plan PIMESTIC visibilizamos y difundimos varios casos de éxito de empresas que han aplicado tecnología. Creemos que lo que más impacta y más interés tiene es ver como tu competidor ha sido capaz de vender más o optimizar el negocio aplicando tecnología, Si le demuestras que puede ser con un caso real, ya está todo dicho. No hay que convencer a nadie.”

Vender por Internet
Una de las primeras ideas que surge al hablar de estos artesanos, es la de la tienda en Internet. Pero sobre este tema Roger Galofre, veterinario asesor de empresas de porcino, señala que“en este sector más que el problema del concepto artesanal tenemos el problema de la rentabilidad. La inversión en tecnología sólo se justifica si se obtiene una mayor productividad, no por una cuestión de imagen. Después del estallido de la burbuja, muy poca gente vende por Internet. La idea es muy buena pero la verdad es que la gente no vende”.
Las webs se utilizan como escaparate y por prestigio y prácticamente nada para comercio electrónico, es cierto según afirma Oriol Urgell que esto está cambiando “en los 5 últimos años se han creado 30 queserías artesanales nuevas que van incorporando las nuevas tecnologías. Pero no se ve la necesidad de vender por Internet, al ser un producto artesanal más caro, la gente joven, más usuaria de Internet, no suele comprarlo”.
Ante el escepticismo de la utilidad de Internet, Àlex Rostoll señala como “una de las cosas que difundimos en las jornadas genéricas en la Generalitat son casos de éxito reales, locales y próximos y te llevas sorpresas con empresas pequeñas, micropymes, que están teniendo mucho éxito en Internet.” Ante la réplica de Urgell sobre la dificultad de vender por Internet un producto perecedero como el suyo, Àlex Rostoll añade, “La aplicación de las TIC tiene dos objetivos primordiales: maximizar ventas y minimizar costes. Hay una serie de productos que se pueden vender claramente por Internet y otros sectores donde vamos y debemos profundizar más en minimizar costes aplicando tecnología. Probablemente el sector de los quesos artesanos sea un sector más orientado a minimizar costes, aunque seguro que hay alguna fórmula para vender por Internet”.
Sobre esta polémica, Antoni de Lamo, afirma la necesidad de planificar una estrategia “no se puede montar una tienda a ver que pasa. Hay empresas que innovan y les da resultado y el hecho de ser los primeros les permite crecer.” Oriol Urgell va más allá y cree que el verdadero problema es hacerles ver a los empresarios la necesidad de abrir una tienda en Internet, “el problema es cuando ellos no ven la necesidad porque el nivel de ventas es más o menos bueno y por lo tanto no lo ven necesario”.

Trazabilidad y normativas
El sector agroalimentario esta sujeto a numerosas normativas, y precisamente estas pueden ser un buen motivo para aplicar las tecnologías. La trazabilidad, implantación de nuevas normativas o el seguimiento de su cumplimiento pueden ser una razón de peso para que las empresas se informaticen. Para Eudald Doménech, el cumplimiento de la normativa es un paso básico para mejorar la informatización de este sector: “Tratando con nuestros clientes vemos que estamos intentando convencerles de que tiene que hacer una gestión adecuada siguiendo las normativas europeas y, ni la autoridad local ni la nacionales le fuerza a ello, ni siquiera le fuerza a que cumpla la ley. Como tienen otros problemas, como las enfermedades del ganado y los precios, no se plantean poner en marcha este tipo de soluciones. Lo que ganan por cerdo es 30 euros y si tuvieran que pagar según que tipos de procesos ni siquiera les vale la pena. Por poner un ejemplo de la situación del sector, con el pienso que los cerdos tiran al suelo cuando comen por no hacerlo de una forma más eficiente el pienso que se tira sería equivalente al beneficio que al final le sacan al cerdo. Hemos hechos sistemas de trazabilidad para los clientes más avanzados, el que es una Pyme ni siquiera está a su alcance y si lo esta el dinero que requeriría comprar uno de estos sistemas lo necesita para subsistir. Es absolutamente necesario antes de poner una tienda en Internet, hacerles llegar la trazabilidad, que puedan demostrar calidad, etc.”. Galofre apoya esta teoría señalando que, a través del tema del bienestar animal, “se están poniendo en marcha granjas con nuevas tecnologías con manejo de animales sueltos, manejo en maquinas electrónicas, etc. Esto implica el uso del chip y requiere una serie de tecnologías y un uso más profesional, con lectores de chips y PDAs, de manera que hay que introducir más la informática”. Y añade: “hay dos tipos de trazabilidad una la que socialmente o políticamente es correcta y otra la que es económicamente interesante, y normalmente no van parejas. Hay una trazabilidad que es interna y que sirve para sacare conclusiones desde que nace le cerdo hasta el matadero; luego hay otra que es muy interesante hasta que llega el momento de ver lo que te cuesta. Hay que pedir a la Administración que exija el cumplimiento de una serie de normativas, porque al empresario, por muy atractivo que sea lo que les ofrezcas, si no les sirve para ganar más dinero no lo quieren y dicen que hasta que no les obliguen no lo implantan”. Oriol Urgell, también está de acuerdo y afirma: “Se trata de un sector muy influenciado por las medidas de seguridad alimentaría y las diferentes normativas, los que han implantado sistemas para la gestión de trazabilidad están usando más las nuevas tecnologías que otros que se están quedando atrás. Hay una dualidad muy grande entre el pequeño de toda la vida y el que va evolucionando y haciéndose grande, por la mentalidad del artesano. Hay una minoría que está incorporando las nuevas tecnologías derivado de las exigencias de la trazabilidad y la seguridad alimentario”.
Domech reafirma esto, señalando: “Si se hicieran respetar las normas de verdad supondría una mayor tecnificación. La pyme se informatiza porque lo requiere la normativa si se cumpliera sería más fácil tecnificar recibiendo ayudas para prepararse”.

Ayudas a la Administración
Pero no sólo es en la normativa y en el cumplimiento de la misma donde la Administración puede colaborar a mejorar la situación tecnológica de este sector. Galofre afirma que “los que estamos tratando de introducir nuevas tecnologías en el sector, tenemos una tarea muy difícil porque entre otras cosas nos falta formación a nosotros y a los usuarios. Yo le pediría a la Administración por una parte que se obligue a cumplir las normativas y por otra ayudas a los que estamos trabajando en esto para poder poner en marcha las iniciativas, porque lo que no se puede es exigir y no dar las herramientas”.
Àlex Rostoll señala que “desde la secretaría lo que se está haciendo es unificar y organizar las ayudas existentes, facilitando la información a través de nuestra web pimestic.cat y, además, ayudar a las empresas a encontrar partners tecnológicos para poner en marcha sus proyectos.”
Otra ayuda que piensan que puede venir por parte de la Administración es que sirva de catalizador para unir a diversos empresarios o artesanos con el fin de poner en marcha proyectos que de forma individual serían costosos y difíciles de obtener el éxito. Las asociaciones y las cooperativas también pueden servir para conseguir este objetivo.

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Ambrosio Rodríguez
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