Lola Sánchez. Computing La empresa canaria Tirma, dedicada a la fabricación y distribución de productos de alimentación -chocolates, cafés, ambrosías, galletas y caramelos, entre otros-, ha desarrollado un importante proyecto de seguridad en el que la tecnología del proveedor Sophos juega un papel nuclear.
Fundada en 1941 y con una facturación en 2008 de 31,2 millones de euros, Tirma cuenta con una planta de producción en la isla de Gran Canaria y seis delegaciones comerciales -cinco en las islas del archipiélago y una en Jerez de la Frontera (Cádiz), sumando una plantilla de 230 empleados, 200 pertenecientes a la matriz y 30 a su empresa de distribución. La compañía, que además de comercializar sus productos en España y fabricar para otras empresas de distribución bajo marca blanca, también exporta a varios países, entre ellos Francia, Italia, Inglaterra, Marruecos, Argelia e Israel.
En ese contexto y si bien Tirma venía utilizando una solución de protección de Panda, la compañía necesitaba incrementar los niveles de protección de su plataforma de correo electrónico -Microsoft Exchange 2003- y de sus puestos desktop. “La anterior solución era bastante ineficiente de forma que el porcentaje de spam había llegado a suponer el 95 por ciento”, indica el responsable de Informática de Tirma, Sergio Gutiérrez.
En esa tesitura, en 2007 Tirma entra en contacto con la compañía TresW, que le propone el uso del appliance ES4000 de Sophos para dotar de protección antimalware a su plataforma de correo. “El distribuidor nos dejó el appliance durante 15 días para realizar pruebas y a la vista del éxito procedimos a su instalación”. El appliance se instaló en el Centro de Datos de Tirma en su sede central en Gran Canaria, concretamente a la salida del proxy de modo que “nuestro servidor Exchange recibe y entrega los correos al appliance y si bien, en un primer momento estaba dentro de la LAN, recientemente se ha movido a la DMZ en una zona intermedia entre dos firewalls”.
Ante la mejora conseguida con este proyecto, Tirma decidió en 2008 dar un nuevo paso hacia delante aprovechando una oferta bastante agresiva de TresW. “TresW nos propuso la adquisición de la solución Endpoint Security & Control de Sophos con unos descuentos muy interesantes para sufragar los costes de los años de licencia que nos quedaban con Panda”.
Tirma aprovechó la oportunidad y en marzo de 2008 firma el correspondiente contrato para la adquisición de un paquete de 100 licencias de la solución Endpoint Security & Control a fin de proteger un parque de alrededor de 60 equipos PC y 40 portátiles, fundamentalmente utilizados en movilidad por sus profesionales de la fuerza de ventas.
En el proyecto participaron cuatro personas por parte de Tirma con responsabilidad sobre el sistema, y un comercial y un técnico por parte del integrador TresW. Tras dedicar una semana al diseño de la solución, Tirma inició en colaboración con TresW la fase de despliegue y migración de aplicaciones desde la solución de Panda a la de Sophos, un proceso que se llevó a cabo de forma progresiva por áreas de negocio y se prolongó dos semanas. Gutiérrez comenta que “este cambio, que pensamos que iba a ser más costoso, fue relativamente sencillo y sólo el cinco por ciento del parque de estaciones nos dio algún problema, básicamente debido a la antigüedad del software, de modo que aprovechamos para actualizar todos los equipos a Windows XP”.
Gestión y mantenimiento
En este punto, Gutiérrez destaca la facilidad de uso de la tecnología de Sophosy, específicamente, sus bajos requerimientos en materia de gestión y mantenimiento, sin olvidar la calidad de soporte 24×7 facilitado por el proveedor. “Ya no me duele la cabeza”, afirma Gutiérrez, quien entiende que “lo que más han aportado los sistemas de Sophos a Tirma es usabilidad y bajo mantenimiento, sin olvidar el valor añadido conseguido con la incorporación de nuevas funcionalidades de control de los productos”.
Y es que, la doble iniciativa, además de reducir los niveles de spam del 95 por ciento inicial a prácticamente cero, ha tenido un impacto muy positivo en la operativa del departamento de TI al reducirse sustancialmente el tiempo previamente dedicado a la gestión y administración de la seguridad tanto del correo electrónico como del punto final. Este aspecto resulta fundamental teniendo en cuenta que el departamento de TI de Tirma está formado por sólo cinco personas. Por otro lado y en cuanto a la seguridad del punto final, que anteriormente solía causar algunos problemas de rendimiento en las máquinas, se ha conseguido que su función apenas interfiera en el funcionamiento y, por tanto, en la productividad de los usuarios.