Como parte de lo que denominamos ‘riesgo producto’, tendríamos que considerar los gastos de corrección de defectos, las pérdidas de ingresos, daños en la imagen de la empresa o la propia pérdida de confianza de nuestros consumidores o clientes. En este artículo analizaremos qué papel puede jugar el testing estructurado en una organización, como fórmula para controlar o anular posibles fallos de las aplicaciones y, consecuentemente, su impacto en las operaciones del negocio.
A grandes rasgos, la probabilidad de que un producto falle depende de dos variables: la posibilidad de que el producto contenga un fallo, y la frecuencia de uso de dicho producto.
La probabilidad de que una aplicación informática contenga defectos depende de la calidad del proceso de desarrollo, y será mayor en el caso de desarrolladores inexpertos; funciones complejas o totalmente nuevas o funciones que han tenido que ser desarrolladas en muy poco tiempo. También dependerá del grado de involucración y compromiso por parte de los usuarios.
En este primer caso, el testing en sí mismo no reduce la probabilidad de que se cometan errores a la hora de desarrollar. Para conseguir este objetivo es necesario un programa integral de mejora y consolidación de la calidad, del cual formaría parte el testing.
Sin embargo, el testing sí permite detectar y corregir defectos en una fase temprana del proceso de desarrollo del software, reduciendo así la probabilidad de que falle y, por ende, disminuyendo el riesgo producto. Además, la corrección de defectos en una fase más temprana del proceso de desarrollo conlleva una reducción muy significativa de los costes asociados al ciclo de vida de una aplicación.
Respecto a los fallos por frecuencia de uso de una aplicación, es obvio pensar que es mucho más probable que un fallo emerja en un componente utilizado muy frecuentemente antes que otro que sólo sea usado de manera ocasional.
Por último, el daño esperado cuando se produce un fallo variará según la empresa y la aplicación. El testing no va a influir en estos últimos dos factores de riesgo, pero a través de ellos si será posible identificar los puntos críticos para una empresa. Una vez conocidos, el testing puede indicar qué nivel de detalle y cobertura son necesarios para el proceso de pruebas de la aplicación, y asegurar así su rendimiento óptimo una vez esté en producción.
¿Por qué el testing ‘estructurado’?
El testing estructurado permite priorizar los recursos disponibles del departamento de TI de una organización, hacia potenciales factores de riesgo de su infraestructura tecnológica según su grado de impacto en el negocio o en la operativa.
No debemos de pensar siempre en las funciones más complejas de una aplicación. Por ejemplo, una información errónea en una página web puede dañar la imagen de la empresa tanto o incluso más que un error de cálculo en una prima de seguro.
Asimismo, al estructurar el proceso de pruebas, éste se vuelve más fácil de controlar y gestionar, además de más transparente.
El testing elimina los problemas que causan daños y perjuicios, por lo que éstos no se producen. En cierto modo, el resultado del proceso de pruebas es ‘invisible’. Sin embargo, implantar una política de testing requiere una inversión visible. Es por ello que, durante muchos años, se ha considerado el testing más bien un lujo que una necesidad.
Sin embargo, muchas empresas han reconsiderado esta postura a raíz de los cambios en la realidad económica y tecnológica. Hoy día, el uso intensivo de la tecnología hace que incluso los fallos más pequeños pueden tener graves consecuencias. Asimismo, las empresas se enfrentan a mercados más globales y dinámicos, en los que clientes y consumidores tienden a no aceptar un nivel de calidad deficiente. Por último, cada vez existen más estándares y regulaciones que obligan a las empresas a demostrar el control sobre sus procesos. En estas circunstancias, la calidad y el testing se han convertido en una necesidad real para la competitividad de cualquier empresa.
Sogeti: Control de Testing
Sogeti es una compañía especializada en software de control testing y ‘Quality Assurance’; además de soluciones de Recursos Humanos. La compañía, con una experiencia de más de 40 años en el mercado, proporciona además una diversa gama de servicios en Tecnologías de la información que se caracterizan por su flexibilidad; son aplicables a todos los sectores de actividad del mercado español.
Esta oferta de servicios se centran principalmente en:
– Application Services o Integración de Sistemas.
– Infrastructure Services o Infogerencia y Administración de Sistemas.
– Software Control & Testing o Gestión Integral de los procesos de calidad y pruebas.
– Soluciones de Recursos Humanos y Servicios de Formación.