La tecnología sostenible es un término con el que nos referimos a la innovación que tiene en cuenta los recursos naturales y fomenta el desarrollo económico y social; en definitiva, aquella que emplea menos energía para realizar los procesos, utiliza una menor cantidad de recursos limitados y no agota los naturales tanto en su creación, puesta en marcha o utilización. Al mismo tiempo, hay que destacar que la tecnología que influye en el desarrollo sostenible no contamina directa o indirectamente el medio ambiente, y que las herramientas pueden ser reutilizadas o reciclados al final de su vida útil.
En todo caso, la finalidad última de la tecnología sostenible es abordar los desafíos globales a que nos enfrentamos en la actualidad, como el cambio climático, la escasez de recursos y la pobreza, a través de soluciones innovadoras y sostenibles. En este contexto conviene recordar que, según la consultora Gartner, la nube y la medición de la huella de carbono y el software de administración de redes de energía son algunas de las tecnologías de sostenibilidad ambiental que tendrán una adopción general temprana para 2025.
Es cierto que la tecnología sostenible, aunque tiene un enfoque a largo plazo, tiene impactos positivos en todas las escalas temporales. A corto plazo puede mejorar la eficiencia energética y reducir los costos operativos y de mantenimiento. A medio plazo, puede mejorar la salud ambiental y la calidad de vida de las personas, al mismo tiempo que se fomenta una economía verde. A largo plazo, la tecnología sostenible contribuye a la conservación de los recursos naturales y a la mitigación del cambio climático, con el fin de garantizar un futuro sostenible de cara a las próximas generaciones.
Pero ¿qué debe hacer una empresa que quiera apostar por esta realidad, que esté dispuestas a pensar en términos generales sobre cómo avanzar en sus iniciativas de sostenibilidad? En primer lugar, tener claro que la tecnología puede actuar como un importante acelerador. Porque del mismo modo que el crecimiento y el uso masivo de la tecnología ha provocado en los últimos años un aumento del consumo de energía y un incremento de la huella de carbono, las TIC se erigen también como una herramienta clave y una solución a la hora de reducir las emisiones que genera su uso. La economía circular, neutralidad de carbono, soluciones smart, eficiencia energética o gestión de residuos cada vez ganan más importancia en la toma de decisiones para todo tipo de empresas.
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Impacto ambiental
El impacto, además, se puede lograr de muchas maneras. Por ejemplo, evaluar su huella de carbono y su impacto ambiental actual y establecer un plan para reducirlo, adoptar energías renovables y soluciones de eficiencia energética para reducir su impacto ambiental y mejorar la eficiencia en el uso de los recursos, promover prácticas sostenibles entre los empleados, como el uso de transporte verde, separación de residuos, colaborar con sus proveedores y socios para adoptar prácticas sostenibles que reduzcan el impacto ambiental…
Las empresas pueden establecer una hoja de ruta para la adopción de nuevas tecnologías que aceleren el camino hacia la sostenibilidad, ayudando a integrarla como un valor fundamental. La clave de la implementación es repensar los enfoques tradicionales de la tecnología, especialmente en las áreas de operaciones digitalizadas, diseño de productos y servicios digitales, computación en la nube, IoT y blockchain, aplicación de IA y análisis avanzados, e intercambio de datos y creación y gestión de ecosistemas.
Para ello, deben ser realistas, contar con el apoyo interno, plazo y presupuesto suficientes, determinar bien las métricas que permitirán calibrar su éxito, y finalmente, comunicar bien los resultados obtenidos gracias a estas iniciativas.Principio del formularioFinal del formulario
Ante la pregunta de si hay que contar con un perfil profesional específico en sostenibilidad, puede ser útil para garantizar el éxito de una iniciativa sostenible a largo plazo, pero no es un requisito indispensable. La clave es contar con un equipo comprometido y capacitado para liderar la transición hacia una empresa más sostenible, y acompañarse de un socio tecnológico que colabore en la definición de la estrategia de sostenibilidad de la empresa, la implementación de soluciones sostenibles, la monitorización y evaluación de los resultados y la comunicación con los interesados.
Más rentabilidad, más ahorro
La adopción de tecnologías y prácticas sostenibles, además de contribuir a mejorar la imagen de marca, puede tener un impacto positivo en la rentabilidad, con un posible ahorro de costes de producción y energía. También aprovechar mayor número de oportunidades de innovación y crecimiento, manteniendo su posición competitiva en el mercado, y estar más preparadas frente a fluctuaciones de precios de los recursos naturales o regulaciones. Así como pueden ayudar a reducir los impactos ambientales negativos asociados con la producción y el consumo.
Además, adoptar tecnologías y prácticas sostenibles aporta grandes beneficios para la sociedad en general, como una mejora del medio ambiente y la calidad de vida con la reducción de la contaminación, y una mejora de la salud ambiental, sin olvidar la disminución de la dependencia de recursos naturales no renovables y, en consecuencia, una mejora de la seguridad energética. Sin olvidar el fomento de nuevas oportunidades económicas y empleo en industrias de energías renovables y sostenibles, incluso reduciendo las desigualdades sociales en comunidades en desarrollo.
Por lo tanto, una firme apuesta por la tecnología sostenible puede ser un paso decisivo hacia un futuro más sostenible y equitativo; en definitiva, hacia un futuro mejor.