Hace ya cinco años que Microsoft se propuso ofrecer a la gente un dispositivo portátil y cómodo como una tableta, y a la vez potente, capaz de ofrecer la misma productividad que un PC. Hoy, después de este tiempo, Surface Pro se ha convertido en un referente dentro de la categoría 2 en 1, permitiendo a las personas colaborar y trabajar allá donde se encuentren.
“Comenzamos con objetivos simples, pero que sabíamos que tenían que funcionar a la perfección: un soporte de apoyo (de 22º en la primera generación), un teclado, un lápiz y un procesador potente. A partir de ahí, nos obsesionamos con cada detalle, escuchando y aprendiendo de nuestros clientes para asegurarnos de que éramos capaces de crear un dispositivo que ofreciera versatilidad, precisión, creatividad y productividad además de seguridad y sencillez”, comenta Panos Panay, vicepresidente corporativo de Microsoft Devices.
El portátil definitivo
Desde el lanzamiento del primer Surface Pro, los PC han evolucionado hasta tal punto de ofrecer nuevas formas de trabajar y crear a millones de personas, ya sea con teclado y ratón, tocando o escribiendo a mano. Cuando en 2013 Microsoft entró en el mercado, la categoría premium 2 en 1 tuvo un crecimiento cuatro veces mayor, y la tendencia se ha mantenido a lo largo de los años*.
“Con cada generación y cada nuevo producto, este equipo ha sido capaz de evolucionar e innovar. Los productos son reflejo de la gente que los hace y la gente que los usa”, afirma Panos Panay. “En los últimos cinco años, Surface ha conseguido que se le relacione con dispositivos ligeros y potentes, equipados con una gran autonomía, y de aquí en adelante solo hay margen para seguir mejorando”.