Rural Servicios Informáticos

Disminuir los servidores y centralizar los servidores de las distintas cajas, objetivos de RSI al adaptar su transaccional (IRIS) a las tecnologías de Citrix.

Publicado el 28 May 2003

Rural Servicios Informáticos (RSI) nació en 1986 con el objetivo de ofrecer soporte en Tecnologías de la Información al colectivo de la Asociación Española de Cajas Rurales, convirtiéndose en una de las primeras compañías de outsourcing total en el sector financiero nacional
Actualmente, RSI proporciona servicio a 75 cajas rurales y a otras entidades financieras distribuidas por toda España, mediante un sistema de gestión denominado IRIS, que fue desarrollado conjuntamente con IBM en el marco de un proyecto multimillonario (cerca de 42 millones de euros) y que se ha ido adaptando a las nuevas tecnologías emergentes de forma paulatina, como es el caso de la aplicación de soluciones de centro de contacto o el proyecto de implantación de tecnologías de Citrix para soportar el transaccional.
El planteamiento para el desarrollo de un soporte informático común se desarrolló desde el primer momento alrededor de un proyecto de outsourcing total capaz de cubrir todas las necesidades de las cajas rurales asociadas que incluía desde el teleproceso a los procesos batch, pasando por la banca electrónica o los servicios de manipulación de papel: la finalidad de esta estrategia era asegurar un servicio a precio variable conforme al tamaño de cada entidad y al uso que hiciera del sistema y, en cualquier caso, muy inferior al que cada caja tendría que soportar si hubiera tenido que desarrollar individualmente sus sistemas de información.
Alcanzar este resultado no fue sencillo. En 1986, RSI daba cobertura de teleproceso a 4 oficinas bancarias, pero actualmente proporciona servicio a cerca de 3.000 oficinas y a 12.000 usuarios: una evolución que se ha ido produciendo a saltos y que ha requerido de fuertes inversiones en recursos de infraestructura y equipos humanos.

IRIS es un sistema integral e integrado de gestión de una entidad financiera: integral, porque cubre cualquier aspecto de un sistema de información bancario, e integrado porque lleva a cabo esta tarea bajo el requisito de unicidad, es decir, todos los subsistemas, aplicaciones o grupos de éstas se han desarrollado al mismo tiempo y con las mismas herramientas.
Su finalidad no es otra que ayudar a las cajas a capturar mercado en un sector -el financiero- cuyos planteamientos de negocio se han modificado profundamente en los últimos años. Ya no basta con realizar bien la operativa bancaria -contabilizar, liquidar, cargar, abonar, etc.-, ahora se hace necesario, incluso obligatorio en aras de la supervivencia, aportar un nuevo sabor a las funciones de negocio para enfocarlas al cliente y al marketing. Urge disponer de un sistema capaz de generar productos y servicios tan a la medida que haga casi imposible rechazarlos, y presentarlos al mercado al menos cinco minutos antes que lo haga la competencia. Se ha pasado de la intervención al marketing, de la pura operación al cliente como núcleo de negocio.
Desde esta perspectiva, el camino seguido por RSI a lo largo de los últimos años ha sido trabajar de manera más competitiva con su estructura de clientes y, para ello, ha generado un sistema capaz de detectar los nichos de oportunidad de negocio con el fin de actuar selectivamente sobre ellos. Esta es una importante diferencia de IRIS con respecto a otros sistemas de información tradicionales en donde lo más importante es contabilizar correcta y exhaustivamente las operaciones, algo que, por otra parte, la totalidad de las entidades financieras nacionales e internacionales saben hacer a la perfección.
Este cambio de mentalidad necesitaba del concurso de herramientas tecnológicas avanzadas, ya disponibles o emergentes, y a su vez fuertes inversiones en infraestructura y desarrollo. La consecución de economías de escala exigen cubrir fases de inversión y retorno económicos con el objetivo permanente de alcanzar eficiencias conforme aumenta el volumen de operaciones por la expansión del número de clientes y se reducen los costes de la estructura global del servicio. IRIS es, por tanto, el resultado de un modelo de desarrollo cuyos gastos de crecimiento y mantenimiento se han reducido al máximo dentro de un ambiente que no ha exigido una gran fuerza de trabajo, y todo ello basado en unas tecnologías que se han ido adaptando a la realidad del mercado.

Desde el primer momento, RSI fue consciente de que para abordar un proyecto de esta envergadura era necesario contar con el concurso de un socio tecnológico. Aunque la propiedad de la solución final es de RSI, la utilización de tecnologías de IBM ha sido la constante desde el comienzo.
IRIS se asienta en tres puntos de equilibrio: un sistema transaccional para el procesamiento de las bases operativas y de producción, un centro de información y un nuevo esquema de gestión de red. Lo que se buscó desde un principio fue superar los problemas habituales a los que se enfrenta cualquier instalación, algo que puede resumirse en la generación de aplicaciones que mecanizan funciones similares, pero que se han replicado y en la multiplicidad de datos y enfoques desintegrados, ya que normalmente el desarrollo se realiza al hilo de los acontecimientos y urgencias.
Prácticamente, el planteamiento del proyecto IRIS partió de un hoja en blanco a rellenar con todos los elementos del sistema y con la perspectiva de incrementar la productividad, alcanzar una independencia de los aspectos tecnológicos y establecer una férrea mentalidad integradora de procesos. En definitiva, con una estrategia de asegurar la existencia unitaria del sistema final.
El desarrollo del proyecto arrancó con la creación de un nuevo modelo de datos corporativo: un objetivo para el que se emplearon las más sofisticadas herramientas metodológicas y de desarrollo de última generación, algunas incluso en fase beta.
RSI seleccionó dos herramientas fundamentales de desarrollo: un modelo de datos para el sector financiero basado en el Financial System Data Model (FSDM) de IBM, y HPS, una solución que cubre la práctica totalidad del ciclo de desarrollo propuesto y que incorporaba la metodología SEER, con un planteamiento muy orientado al negocio bancario. Ambas herramientas son multisistema y con capacidades muy agresivas en cuanto a las posibilidades de implantación en un entorno cliente/servidor, cuyos postulados se han cubierto escrupulosamente desde el punto de vista del diseño y del análisis. Todo el sistema se plantea bajo esta arquitectura en el sentido de procesos que cubren funcionalidades de negocio. Y los procesos se han construido de manera que cualquier de ellos pueden ser servidor de otros mundos, con la idea de obtener funciones de negocio que reaccionan siempre homogéneamente y que sean reutilizables: la accesibilidad de los datos y la instantaneidad en su ejecución son las premisas básicas del modelo de datos corporativo.
En paralelo a las aplicaciones de producción, el centro de información se alimenta de los datos de la estructura operativa, pero agrupándolos de diferente manera y con un claro enfoque dirigido a la gestión, en el que los elementos fundamentales de información giran alrededor de conceptos como cliente, contrato u oficina.
La gestión de red, como tercera pata del proyecto, contempla el acceso del usuario de oficina tanto a las aplicaciones de producción como a las de centro de información, la distribución de software, la recopilación de ficheros, el control de configuraciones y de alertas y el centro de atención a clientes, entre otras funcionalidades.

Bajo este modelo de construcción IRIS se ha ido amoldando a las nuevas tecnologías emergentes. El año pasado, RSI inició un proyecto para migrar su solución bancaria a la plataforma Citrix Metaframe y espera finalizar esta etapa a lo largo del 2004.
Según Luis Martínez Gómez-Lobo, director de producción en RSI, los objetivos principales del proyecto, se pueden agrupar alrededor de tres aspectos: “disminuir el número de servidores para reducir la distribución de software; centralizar los servidores en RSI o en los servicios centrales de cada caja cliente, y todo ello, sin la intervención del área de desarrollo, es decir, sin haber tocado para nada las aplicaciones del sistema de información financiero IRIS”. Un triple deseo que se basa en las características de las tecnologías de Citrix basadas en un sistema operativo multiusuario (Windows 2000 Terminal Server); donde los procesos se ejecutan en el servidor, enviando sólo los refrescos de pantalla al puesto cliente; que permiten la redirección de puertos paralelos y serie; que facilitan la constitución de granjas de servidores, aumentando la disponibilidad del servicio, y que aseguran la administración de perfiles de usuario.
Gracias a Citrix, RSI ha eliminado algunas de las problemáticas de la arquitectura cliente/servidor tradicionalmente empleada en IRIS y sobre todo en aquellas que tienen que ver con la distribución de software a los servidores de las oficinas bancarias, la resolución de incidencias en servidores y clientes; las dificultades de implantación de la gestión de sistemas; el aumento de la seguridad en base a discos redundantes y sistemas de backup; la dificultad en el despliegue de aplicaciones locales y la continuidad de servicio de las oficinas.
Frente a esto, las tecnologías Citrix han permitido, según Martínez, “centralizar los servidores IRIS, reducir notablemente la distribución de software y la inversión en licencias de servidores, implementar granjas de procesadores para aumentar la disponibilidad del servicio, reducir el tiempo de resolución de incidencias, poner en producción las aplicaciones más rápidamente, facilitar la implementación de gestión de sistemas y la posibilidad de crear puestos de trabajo remotos. Frente a otras plataformas como Tarantela, los factores principales a favor de Citrix radican en su sencillez, rendimientos y facilidad de implantación”.

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Redacción Computing

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