Cada vez que se produce un corte en el servicio de alguno de los mayores proveedores cloud, aumentan las dudas sobre si migrar o no la nube pública. La imposibilidad de poder acceder a los datos y aplicaciones cuando se produce una interrupción como las sufridas por Salesforce.com o Amazon, acrecientan los nervios en los departamentos de TI, pero hay fórmulas y métodos para evitar que esto ocurra.
Elegir bien al proveedor
Hoy en día hay cientos de proveedores de servicios cloud para elegir, cada uno con sus propias ofertas. Unos ofrecen infraestructura y un sistema de redundancia para proteger los datos en caso de caída; y otros, más económicos, dejan en manos del cliente la gestión de la disponibilidad de los datos. En estos casos, los criterios de selección suelen ser los económicos y los de recursos ya que no todo el mundo tiene capacidad de tener su propia estrategia de disponibilidad. Por tanto, a este tipo de empresas les interesa contratar un servicio completo que incluya la redundancia como funcionalidad estándar.
Así lo recomienda 1&1, que cuenta con la Georredundancia en sus servicios, es decir, “si hay un corte en los datos de uno de los centros, se cambia automáticamente al otro y así no se producen cortes notables ni molestias para los clientes. Con la Georredundancia hemos logrado tener una disponibilidad del 99,99%. De todas formas siempre recomendamos las empresas europeas elegir un servicio europeo para tener un mejor cumplimiento de las normativas vigentes, como por ejemplo las leyes de protección de datos”, nos especifican.
Seleccionar la forma de migrar los datos
En segundo lugar, es preciso escoger, en función de las dependencias y capacidades la manera de migrar la información a un entorno cloud, esto es, con software, appliances o la virtualización; y con interfaces estándar como fibre, iSCSI, NFS, CIFS, y un método de acceso al almacenamiento cloud como Rest. Aquí la conectividad es fundamental. En el caso de Aerohive Networks, como ha explicado a COMPUTING Juan Grau, Country Manager de la filial española, “entendiendo esa preocupación del cliente, hemos diseñado un sistema de redes WiFi que no depende de la nube para funcionar. Se aprovecha de las ventajas de la nube para mejorar las eficiencias en la gestión y administración de las redes, pero sin confiar elementos críticos en ella. Los clientes siguen siendo críticos con la seguridad, más que con la disponibilidad, de la nube y por tanto reticentes a poner datos críticos o confidenciales en ella”.
Tener dos proveedores cloud
La tercera fórmula propuesta es la posibilidad de poder contratar dos proveedores de servicios cloud, que no necesariamente tiene que ser más caro. Lo que permite esta estrategia además es que si no se está satisfecho del servicio recibido de uno de los proveedores, o si este sufre constantes cortes, no es preciso preocuparse por la migración de los datos, sólo hay que cancelar el contrato sin más. Además, con los datos cifrados, lo único que hay que hacer es destruir las claves de la información hospedada en el proveedor.
Según, Eduardo Souto Suárez, IT & Technical Applications Consultant de IFS, “a nivel de proveedor cloud es exigible que disponga de varios enlaces de conectividad. A nivel empresa, los proveedores de conectividad ofrecen la posibilidad de disponer de enlaces backup alternativos en caso de caída de la conectividad principal. Otra opción sería disponer de dos enlaces con proveedores distintos y utilizar un router para balancear la carga entre ambos enlaces y realizar el failover en caso de caída de uno de ellos”.
Penalizaciones por contrato
Asegurar que los datos están siempre disponibles se puede garantizar con otros extras como la monitorización y la penalización que muchos proveedores cloud ofrecen en sus contratos. Arsys, por ejemplo, así lo ofrece a sus clientes tal y como nos ha explicado Olof Sandstrom, director de Operaciones de Arsys. “Uno de los aspectos que más cuidamos es la monitorización, que nos permite actuar antes incluso de que se produzca un riesgo de disponibilidad. Nuestros sistemas de monitorización contemplan más de 1.200 indicadores de nuestras instalaciones y alertan a los equipos técnicos para que adopten las medidas necesarias para que los datos de nuestros clientes estén siempre accesibles. Además, nuestros clientes pueden optar por Acuerdos de Nivel de Servicio (SLA) a partir del 99,9% de disponibilidad, con distintos grados de penalización según los requerimientos de sus proyectos: disponibilidad eléctrica, de conectividad, tiempos de respuesta del soporte…”, destaca.