Apuntamos a que, es precisamente en los momentos de crisis cuando deben abordarse cambios profundos y rápidos apoyados por las nuevas tecnologías, con el fin de obtener diferenciación en el valor añadido de productos y servicios.
Sin embargo, si bien la innovación resulta clave para competir, la huida hacia delante puede ser el principio del fin. Evidentemente hay que innovar pero ¿cómo y a qué precio?
La innovación es un concepto que admite diferentes interpretaciones. La innovación puede ser entendida como la implantación de procesos de transformación integrales o parciales que conlleven la mejora competitiva y operativa de las organizaciones. Al respecto, aunque reconocemos que en los procesos de innovación juegan un papel muy significativo los avances tecnológicos, proponemos que éstos sean tomados sólo como puntos de referencia que habrá que analizar y contextualizar a las necesidades específicas de la organización con el propósito de minimizar riesgos, en especial, en épocas como la actual en la que los recursos económicos deben aplicarse de una manera racional y con garantías de éxito.
Y para que todo esto tenga sentido, hay que proponer a los clientes proyectos de innovación que integren eficientemente el plano estratégico y tecnológico:
Innovación Estratégica
– Innovación de productos, que contrasten experiencias y propongan iniciativas para el lanzamiento de productos diferenciados y ajustados a las necesidades de mercado.
– Innovación de canales, que propongan la gestión integrada y racional de diversos canales de interacción con clientes y ciudadanos (telefonía, web, móviles, redes comerciales, oficinas presenciales).
– Innovación de clientes, que se busquen en la retención y fidelización de clientes sobre la base de una segmentación por aportación de valor a la organización.
Innovación Tecnológica
– Soluciones multicanal y sistemas de Business Intelligence, cuyo actual grado de madurez hace que su implantación pueda efectuarse sobre bases seguras.
– Soluciones innovadoras que logren el máximo aprovechamiento de nuevas tecnologías como el marketing de proximidad, sistemas de movilidad y las plataformas RFID.
– Vigilancia Tecnológica, que proporcione el contraste necesario entre el estado del arte tecnológico y experiencias relevantes de éxitos y fracasos con el fin de minimizar riesgos.
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Proacción e Innovación
Es un hecho que en épocas de inestabilidad económica, la inacción es la peor receta para las organizaciones. En este sentido los analistas y, en particular, las consultoras recomendamos la proacción y la innovación como fórmulas para competir eficientemente e incluso sobrevivir en circunstancias como las actuales.
Publicado el 25 Jun 2008
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