En los últimos años es evidente el claro protagonismo de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) en la mejora global de la economía y en la implantación eficiente y sostenible de la Sociedad de la Información, con importantes beneficios para los ciudadanos, que de este modo ven mejorada su calidad de vida.
La Administración debe asumir la responsabilidad que le corresponde en este ámbito y evitar que la sociedad (o parte de ella) quede al margen de los cambios tecnológicos que vivimos. Es fundamental adoptar medidas que permitan aprovechar esos cambios para impulsar el progreso económico y extender el bienestar social.
El papel de la Administración como impulsor de la Sociedad de la Información es triple. En primer lugar, debe fomentar el uso de las nuevas tecnologías entre empresas y ciudadanos. Además, tiene que potenciar la innovación y la Investigación y Desarrollo (I+D) en contenidos y aplicaciones. Por último, debe impulsar la educación de todos los ciudadanos en nuevas tecnologías. Para todas estas políticas de desarrollo de la Sociedad de la Información, resulta imprescindible contar con el apoyo de la iniciativa privada.
Uno de los grandes objetivos de este Gobierno desde el primer día de legislatura ha sido impulsar el desarrollo de la Sociedad de la Información. En lo que va de legislatura, el esfuerzo global del Ejecutivo en este objetivo se ha traducido en una mejora significativa de los indicadores, que señalan una firme tendencia de crecimiento de nuestro sector TIC, especialmente en lo referente tanto al acceso de ciudadanos y empresas a Internet, como a la provisión de servicios públicos en línea o al uso de otros servicios a través de la red.
Sin embargo, somos conscientes de que aún nos queda camino por recorrer para alcanzar el lugar que por su peso económico le corresponde a España en el desarrollo de la Sociedad de la Información. Con esta meta hemos puesto en marcha el Plan Avanza, el primer plan de fomento de la Sociedad de la Información en consenso con las Comunidades Autónomas, que está integrado en el Programa Ingenio 2010, cuyo objetivo es impulsar la I+D+i, más allá de los cauces tradicionales.
Por primera vez contamos con un plan serio y riguroso para el impulso de la Sociedad de la Información, que ya se está llevando a la práctica mediante la adopción de medidas tangibles. Y, también por primera vez, existe un respaldo presupuestario real, que supone un incremento de recursos sin parangón, y con el que se persiguen unos objetivos de convergencia preestablecidos, claros y mensurables.
El Plan Avanza cuenta con un presupuesto global estimado de 5.700 millones de euros para sus cinco años de duración, de 2006 a 2010. Las partidas comprometidas para 2006 suman un total de 785,6 millones de euros. A esta cantidad hay que sumar las partidas destinadas inicialmente al desarrollo de la Sociedad de la Información, que son de 412,1 millones de euros, hasta alcanzar un montante global de 1.197,7 millones de euros.
Esta cifra de casi 1.200 millones de euros para el desarrollo de la Sociedad de la Información supone un incremento neto presupuestario de 654,8 millones de euros, es decir, un aumento del 120,6 por ciento respecto a 2005 y un crecimiento del 164 por ciento respecto a la media de los tres años anteriores a la entrada del actual Gobierno.
El Plan Avanza descansa sobre la base de la cofinanciación con Comunidades Autónomas y Gobiernos Locales, la mejor fórmula para conseguir compromisos estables y sostenibles por todas las partes interesadas. Para el desarrollo del Plan, el Ministerio de Industria y los Gobiernos autonómicos están firmando convenios mediante los cuales se lleva a cabo la cofinanciación de proyectos en actuaciones sectoriales y de inclusión de ciudadanos. Ya se han suscrito los acuerdos con Aragón, Cataluña, Cantabria, Asturias, Andalucía, Extremadura, Melilla, Castilla-La Mancha y Galicia, y el resto de Comunidades y Ciudades Autónomas lo harán de forma inminente.
Los objetivos que nos hemos marcado son ambiciosos, pero los datos demuestran que hemos iniciado un sólido camino hacia la competitividad tecnológica y la reducción de la brecha digital. Con la suma de esfuerzos de la Administración, del sector TIC y de la sociedad civil en su conjunto, España puede aspirar a ser uno de los líderes europeos en la evolución del sector TIC y el desarrollo de la Sociedad de la Información. No cabe duda de que el esfuerzo merece la pena y la recompensa también.
